La Arqueología y la Biblia

La Biblia es una colección de documentos de muchos tipos diferentes escritos

dentro de un período de alrededor de 1,500 años. Empezando con la composición

de los primeros cinco libros (el Pentateuco) por parte de Moisés, el total de

66 documentos fue completado hacia fines del siglo I de nuestra era. Se

escribieron en hebreo y griego en varios escenarios geográficos y diferentes

períodos históricos. Los descubrimientos arqueológicos relacionados con estos

escenarios y períodos han aclarado el contexto cultural de muchos de los

sucesos registrados, aumentando la credibilidad de la Biblia en relación con el

Antiguo y el Nuevo Testamento. Por ejemplo, muchos sucesos registrados en los

últimos 100 años de este período de historia bíblica, durante los cuales se

escribieron los documentos del Nuevo Testamento, han sido iluminados por

importantes descubrimientos arqueológicos. A continuación algunos de estos

impresionantes descubrimientos. Las limitaciones de espacio de este artículo no

permiten discutir los 1,400 años de historia y sitios del Antiguo

Testamento.

Estanque de Siloé
Ezequías, rey de Judá en el siglo

VIII A.C., construyó un túnel que atravesaba la colina de Ofel en Jerusalén,

hacia el sur del manantial de Guijón y a través de casi 533 metros de piedra

para llevar agua al estanque de Siloé, que se encontraba dentro de las murallas

de la ciudad. Fue a este estanque a donde Jesús mandó al ciego a lavarse los

ojos para recibir la vista, según lo registrado en Juan 9:7.

Hasta hace poco, sólo se había tenido acceso a una pequeña porción del

estanque. Después de las excavaciones hechas en el sitio a fines del siglo XIX,

la gente de la villa de Siluán (ortografía moderna de Siloé) construyó en la

esquina noroeste del pequeño estanque una mezquita cuyo minarete aún se yergue

sobre éste. Sin embargo, las excavaciones realizadas en el lugar durante el

primer semestre de 2005 han descubierto la parte este de un estanque más

grande, de 50 metros de longitud (aún no se conoce la anchura), apenas unos

diez metros al sur del estanque pequeño. Indudablemente los dos son parte de un

complejo mayor llamado Estanque de Siloé (como el Estanque de Betesda, que

tenía dos secciones). Tiene una serie de escalones de piedra en la entrada, y

es alimentado por agua corriente proveniente del manantial de Guijón a través

de un pequeño canal descubierto en el lado norte del estanque. Probablemente

fue una instalación mayor donde se llevaba a cabo un ritual de purificación

antes de entrar al templo. Esta puede ser la razón de que Jesús haya escogido

este estanque para realizar el milagro. Recientemente se ha encontrado también

un camino de piedra que sube desde el estanque por la colina de Orfel y lleva

hasta el monte del Templo.

Rocas y tumbas
En el evangelio de Mateo (versículo

28:2) se dice que un ángel descendió del cielo hasta la tumba de Jesús, “hizo

rodar la piedra y se sentó sobre ella”. En Jerusalén se han descubierto muchas

tumbas del tiempo de Jesús, y algunas todavía tienen estas piedras rodantes en

la entrada. Una de ellas fue construida para el entierro de la reina Elena de

Adiabene al norte de la Puerta de Damasco y todavía tiene la piedra en su

lugar. Otra roca mejor preservada aún yace junto a la entrada de la tumba

familiar de Herodes el Grande, al sur del Hotel Rey David. En años recientes,

se han encontrado y estudiado más de 60 tumbas con piedras rodantes en Israel y

Jordanía.

Tumba de Caifás
En noviembre de 1990, se descubrió en

Jerusalén una tumba con un osario donde se había labrado el nombre de Caifás.

La cueva murtuoria está ubicada en el Bosque de la Paz, al sur del Valle de la

Gehenna, cerca de la Casa de Gobierno donde se encontraban las actuales

oficinas de las Naciones Unidas. El sumo sacerdote ante quien Jesús fue llevado

antes de su muerte se llamaba Caifás (ver Mateo 26:3,57; Lucas 3:2; Juan 11:49;

18:13,14,24,28). Más tarde, tanto Simón Pedro como Juan estuvieron ante él en

Jerusalén (Hechos 4:6). Los arqueólogos han identificado el sitio como la tumba

de la familia de Caifás.

Sinagoga de Cafarnaúm
Cuando Jesús inicio su

ministerio en Nazaret de Galilea, rondando los 30 años de edad, fue rechazado

en la sinagoga del lugar (ver Lucas 3:23; 4:16-30) y partió a Cafarnaúm, una

pequeña villa en la costa norte del Mar de Galilea, donde aparentemente vivió

en la casa de Simón Pedro, uno de sus discípulos (ver Mateo 8:14, Marcos 2:1) y

enseñó en la sinagoga (ver Marcos 1:21; 3:1; Juan 6:59). Excavaciones

arqueológicas realizadas en Cafarnaúm han permitido descubrir la sinagoga bajo

una estructura de piedra caliza construida entre los siglos IV y V. Bajo el

piso de dicha construcción se encontraron partes del piso y las paredes de la

sinagoga del siglo I.

Hechos 17:6 y los politarcos en Tesalónica
La

credibilidad de la Biblia ha sido puesta en duda muchas veces por críticos que

insisten en afirmar que Lucas, el autor de los Hechos de los Apóstoles, utilizó

erróneamente el término griego “politarcos” al referirse a los oficiales ante

quienes fueron llevados algunos cristianos asociados con el apóstol Pablo en la

ciudad de Tesalónica (ver Hechos 17:6). Se ha aseverado obstinadamente que no

existía tal cargo en ese tiempo. Sin embargo, en la mencionada ciudad se ha

encontrado una inscripción que contiene el término, y que se exhibe en el Museo

Británico. La inscripción, anexa a un arco del siglo I situado en la calle

Egnatia, empieza así: “En el tiempo de los politarcos…” Hasta ahora se han

encontrado treinta y cinco inscripciones que contienen el término en cuestión;

diecinueve de ellas provienen de Tesalónica, y por lo menos tres se remontan al

primer siglo de nuestra era. Dichas inscripciones prueban que el puesto de

“politarco” existía en Tesalónica en tiempos del Nuevo Testamento, y que la

Biblia es fiel en el uso de esa palabra.

Erasto en Corinto
Antes del año 50 de nuestra era se

pavimentó con piedra un área de 5.75 metros cuadrados en la esquina nororiental

del teatro de Corinto, Grecia. Excavaciones realizadas ahí revelaron parte de

una inscripción en latín tallada en la piedra. Dice: “Erasto, para agradecer su

cargo de edil, lo puso (el pavimento) de su propia bolsa”.

En las publicaciones sobre la excavación se identifica al Erasto de esta

inscripción como el Erasto mencionado por Pablo en Romanos (16:23), una carta

escrita desde Corinto en la que se hace referencia a esta persona como “el

tesorero de la ciudad”. El editor presenta tres puntos principales en favor de

la identificación: 1) el pavimento fue puesto alrededor del año 50 de nuestra

era, época en que es muy probable que Erasto haya sido convertido; 2) el nombre

Erasto, un apelativo poco común, no se encuentra en Corinto más que en esta

inscripción; y 3) la palabra griega utilizada por Pablo en este pasaje para

decir “tesorero” (oikonomos) es un término adecuado para describir el trabajo

de un edil corintio.

Romanos 13:3, una inscripción en Cesárea Marítima
En

1972, cuando me encontraba en Cesárea, en la costa de Israel, descubrimos una

extensa inscripción en un mosaico, correspondiente al texto griego de Romanos

13:3. Otra más corta había sido encontrada en 1960 por Abraham Negev, un

arqueólogo israelí. Los dos textos, que databan por lo menos del siglo V, son

parte del piso de mosaico de un gran edificio público (tal vez un pretorio o un

edificio de archivos) y son idénticos al mismo pasaje del Nuevo Testamento en

el texto griego. Son tan viejos como algunos de nuestros manuscritos más

antiguos del Nuevo Testamento.

Pablo ante Galión en el Tribunal de Corinto
Uno de los

más importantes descubrimientos relacionados con el Nuevo Testamento es 

el tribunal (“bema”, en griego) o plataforma del expositor desde donde se leían

los decretos oficiales y donde los ciudadanos aparecían ante los funcionarios

pertinentes. Aún se encuentra en el corazón del foro de Corinto, en Grecia. La

gran plataforma de piedra fue reconocida debido a partes de una inscripción

cercana que data del período comprendido entre los años 25 y 50 de nuestra era,

justo antes de la llegada de Pablo a la ciudad.

Pablo pasó 18 meses en Corinto en su segundo viaje misionero. Al final de

ese período, los judíos aprovecharon la toma de posesión de Galión como

procónsul de Acaya, en mayo o junio del año 51 D.C. (ver Hechos 18:12), para

presentar a Pablo ante él bajo el cargo de violar sus leyes. Galión no encontró

violación de las leyes romanas por parte de Pablo, ningún “agravio ni vicio

criminal” (ver Hechos 18:14), y reusándose a ser juez de demandas judías, sacó

a los acusadores de Pablo del ‘tribunal’  donde estaba sentado (ver Hechos

18:16-17). Galión era hermano de Séneca, un filósofo estoico griego, quien más

tarde se convirtió en consejero del emperador Nerón. Quizá Séneca haya

informado al emperador el hecho de que Pablo ya había sido exonerado ante

Galión en Corinto, influyendo así en el resultado favorable del primer arresto

de Pablo en Roma, como implican los últimos versículos del libro de Hechos. La

precisión de Lucas al referirse a este tribunal incrementa, nuevamente, la

exactitud de la Biblia.

Galión sólo estaba de visita Corinto, pues su residencia oficial se

encontraba en Delfos, al otro lado del Golfo de Corinto. Se han recuperado

cuatro fragmentos de una inscripción tallada en piedra que fue montada en la

pared de un edificio público en Delfos, y que contiene información sobre la

toma de posesión de Galión y ayudan a determinar el período de su

administración.

Los fragmentos pertenecen a la copia de una carta enviada por Claudio a la

ciudad de Delfos y dirigida al pueblo o al sucesor de Galión, quién mandó

tallar la carta en piedra para colgarla en la pared del edificio. Contiene los

nombres de “Galión, procónsul de Asia” y del emperador romano Claudio, con

fechas de su reinado.

La carta esta fechada en el año 52 D.C. Como la duración del cargo de

procónsul normalmente era de un año, y a estos gobernadores provinciales se les

ordenaba salir de Roma para tomar su cargo a más tardar a mediados de abril,

Galio probablemente empezó su administración en mayo del año 51 de nuestra era.

Como Pablo había llegado a Corinto 18 meses antes de su aparición ante Galión

(ver Hechos 18:11-12), tendría que haber entrado a Corinto en el invierno

comprendido entre los años 49 y 50, tal vez en enero del 50.

Esto coincidiría con la declaración de Lucas en Hechos 18:2, en el sentido

de que cuando Pablo llegó a Corinto en su segundo viaje, encontró a Aquila y

Priscila, judíos “recién” llegados de Roma “porque Claudio había ordenado que

todos los judíos salieran de Roma”. Esta expulsión se menciona en otras fuentes

antiguas y puede datar del año 49 D.C. Suetonio, secretario general del

emperador Adriano (117-138 D.C), escribió “Los Doce Césares”, un relato

biográfico sobre los emperadores romanos, donde decía: “debido a que los judíos

de Roma ocasionaban continuos disturbios instigados por Cristo, él los expulsó

de la ciudad” (ver Claudio 25.4). Así queda confirmada e ilustrada la precisión

del relato de Lucas.


Published August 24, 2006