Un vistazo a la medicina alternativa basada en la energía

Por Robert Velarde

El surgimiento de la medicina alternativa
Cada año los norteamericanos gastan miles de millones de dólares en medicina alternativa. Algunas veces llamada medicina integral o medicina complementaria y alternativa, esta rama del cuidado de la salud se ha vuelto muy popular en años recientes. Ya no está relegada a la obscura practica de la Nueva Era, sino que ha hecho importantes incursiones dentro de la medicina convencional.
Un informe reciente indicaba que casi el 40 por ciento de los norteamericanos usan la medicina alternativa, lo que provocó la siguiente observación del Dr. Stephen Strauss, quien sirve como Director del National Center for Complimentary and Alternative Medicine, a division of the National Institutes of Health (Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa, una división de los Institutos Nacionales de Salud): “Estos nuevos descubrimientos confirman hasta qué punto los norteamericanos han tornado su atención hacia los métodos de la medicina alternativa con la esperanza de que curen y prevengan sus enfermedades, y mejoren su calidad de vida”.
Pero ¿que tiene que ver la medicina alternativa con el Cristianismo? Si bien es cierto que muchas prácticas de la medicina alternativa pueden estar desprovistas de implicaciones espirituales, también es verdad que algunas están enraizadas en creencias diametralmente opuestas a la visión cristiana del mundo. Un área donde esto es muy claro es la medicina alternativa basada en la energía.

Medicina alternativa basada en la energía
Bajo la fachada de la medicina alternativa basada en la energía subyace la creencia de que la salud y la curación dependen de fuerzas invisibles. La medicina alternativa se nutre principalmente de creencias religiosas orientales, tales como el concepto del prana del hinduismo y el chi de la medicina china. Muchas otras culturas tienen términos similares para nombrar a la energía invisible que supuestamente impregna a la realidad. Aunque puede haber algunas variaciones respecto a la energía vital, como se utiliza en la medicina alternativa, los siguientes seis puntos son comunes y vale la pena señalarlos:

  1. Se dice que la energía vital es el tejido del universo. A pesar de que no puede medirse científicamente, está fuerza vital supuestamente impregna toda la realidad, incluyendo a los seres vivos. Esta perspectiva conduce al panteísmo (todo es dios), no al teísmo cristiano (Dios es una persona y está separado de su creación, pero activo en ella).
  2. Se asegura que la enfermedad es provocada por un desequilibrio o bloqueo del flujo de energía vital en el cuerpo. Los partidarios de esta idea aseguran que la energía vital debe fluir adecuadamente dentro del cuerpo para mantenerlo saludable. Si la energía no fluye adecuadamente, el resultado es un problema de salud. Según la medicina china, la fuerza vital fluye a través de un sistema de canales conocidos como meridianos, por lo que algunos de sus practicantes se refieren a los “puntos meridianos” como los lugares por donde circula el chi. Según el hinduismo, la energía vital (prana) fluye a través de unos canales llamados nadi, los cuales a su vez cruzan siete centros de energía conocidos como chakras. Si un practicante habla de bloqueos o circulación de la energía en relación con algún problema de salud, es muy probable que esté involucrado en alguna forma de curación por manipulación de la energía vital.
  3. Aunque la existencia de la energía vital nunca ha sido avalada por la ciencia formal, los creyentes aseguran poder detectar por diferentes métodos tanto la energía misma como sus alteraciones. Algunos afirman ser capaces de ver supuestas representaciones visuales (el aura) de la energía que fluye a través y alrededor de cualquier persona. Otros utilizan dispositivos bioenergéticos o de electrodiagnóstico. Con frecuencia se trata de dispositivos electrónicos de funcionamiento impresionante (muchos son ilegales en los Estados Unidos) que supuestamente miden la energía vital.
  4. Los partidarios de la energía vital sostienen que ésta puede manipularse de alguna manera con el fin de tratar enfermedades o mejorar la salud. Dada la premisa de que la enfermedad es resultado de disturbios del flujo de energía, afirman que la corrección del bloqueo o desequilibrio de la energía vital da por resultado la curación. Los practicantes de este tipo de medicina utilizan diversas técnicas para manipular el flujo energético. Algunos, como los que practican el “toque terapéutico”, ni siquiera tocan al paciente para manipular su energía. Otros masajean puntos meridianos o utilizan la acupuntura en puntos clave. Los practicantes del qi gong manifiestan ser capaces de proyectar energía vital fuera de sus cuerpos (en forma no muy diferente a como lo hacían los maestros Jedi de la película La guerra de las galaxias) y utilizarla para la defensa personal o la curación. Los seguidores del feng shui dicen que incluso la disposición de los muebles y otros objetos del hogar pueden influir positiva o negativamente sobre el flujo de la energía vital.
  5. En ocasiones se dice que las alteraciones de la energía vital explican hechos anteriormente calificados como sobrenaturales o milagrosos. En este escenario ya no se necesita un Dios personal, omnipotente y trascendente. En su lugar, una fuerza vital impersonal es la fuente de los “milagros”. Además, por el hecho de ser parte de esta fuerza vital, nosotros también podemos dominarla y hacer milagros. Entonces, Jesús fue simplemente un maestro de la energía. Por lo tanto, en la nueva espiritualidad y sus prácticas médicas alternativas, Jesús es más “un camino, una verdad y una fuerza vital” que “el camino, la verdad y la vida” de las Escrituras (Jn. 14:6).
  6. La energía vital es lo que las religiones han llamado Dios. Esta es la piedra angular de la espiritualidad de la Nueva Era: ustedes serán como dioses. Si es cierto que la fuerza vital que fluye a través de nosotros es la misma que impregna de vida a la realidad, debe ser lo que hemos llamado Dios. Si nosotros somos energía, y la energía es “Dios”, entonces debemos ser dioses. Los practicantes y pacientes de la medicina basada en la energía que aceptan este argumento pueden llegar a involucrarse fácilmente en muchas prácticas de Nueva Era resultantes de tal razonamiento. Algunos, como la actriz Shirley MacLaine, pueden llegar a ser tan temerarios como para decir “¡Yo soy Dios!” Por supuesto, no todos los practicantes y pacientes de este tipo de medicina dan ese salto, pero si se siguen los principios subyacentes en el concepto de la energía vital hasta sus conclusiones lógicas, ese es el resultado: somos divinos.

Respuesta cristiana
Las Escrituras piden a los creyentes que amen a Dios con todo su corazón, alma y mente (Mt. 22:37, NVI) y que “examinen todo” y “retengan lo bueno” (1 Tes. 5:21, LBLA). La medicina alternativa basada en la energía conduce al panteísmo (todo es Dios) y, como resultado, no deja lugar para el Dios personal, amoroso y trascendente del Cristianismo que llama a los individuos a arrepentirse y aceptar a Jesucristo. Sin embargo, debemos recordar que el dolor y el sufrimiento son muy reales en este mundo. Por lo tanto, en muchos casos las personas acuden a la medicina alternativa basada en la energía debido a su deseo de alcanzar la salud. En tal caso debemos mostrar compasión y comprensión, pero también presentar la verdad sin miedo “con amabilidad y respeto” (1 P. 3:15).

Robert Velarde es coautor de Examining Alternative Medicine: An Inside Look at the Benefits and Risks [Examen de la medicina alternativa: Un vistazo a sus riesgos y beneficios] (InterVarsity Press, 2001). Actualmente estudia un postgrado en filosofía de la religión en el Seminario de Denver y es editor asociado de Apologia Report [Informe Apología].

Recursos:

  • Patricia Barnes et al., “Complementary and Alternative Medicine Use Among Adults: United States, 2002,” Advance Data From Vital Health and Statistics 343 (2004); Disponible en https://www.cdc.gov/nchs/data/ad/ad343.pdf
  • National Institutes of Health, “More Than One-Third of U.S. Adults Use Complementary and Alternative Medicine, According to New Government Survey,” May 27, 2004. Disponible en https://nccam.nih.gov/news/2004/052704.htm
  • Para un listado de otras tradiciones y su terminología para esta energía vea Paul Reisser, Dale Mabe, y Robert Velarde Examining Alternative Medicine: An Inside Look at the Benefits and Risks (Downers Grove, Illinois: InterVarsity Press, 2001), pp. 80-81. Vea también John Ankerberg y John Weldon, Can You Trust Your Doctor?The Complete Guide to New Age Medicine and its Threat to Your Family (Wolgemuth and Hyatt, 1991), p. 46.
  • Para más información sobre estos dispositivos vea Stephen Barrett, “Quack ‘Electrodiagnostic’ Devices,” disponible en https://www.quackwatch.org/01QuackeryRelatedTopics/electro.html.
  • Para una asesoría sobre feng shui desde una perspectiva cristiana, vea Marcia Montenegro, “Feng Shui: New Dimensions in Design,” Christian Research Journal, vol. 26, no. 1 (2003); disponible en https://www.equip.org/free/DF250.htm.


Published October 3, 2006