Por Bill Gordon
Pregunta:
“¿No se ha desmentido ya la existencia de Dios?
Respuesta cristiana: Quien hace esta pregunta
generalmente cree que la existencia de Dios ya ha sido desmentida por la
Filosofía, la Sicología o la Ciencia.
Objeciones filosóficas a la existencia de Dios, el
problema: La principal objeción filosófica a la existencia del Dios
bíblico implica el problema del Mal. El Cristianismo enseña que Dios es
omnipotente (ver Sal. 115:3; Jer. 32:17; Mt. 19:26) y todo bondad (ver Lv.
11:44-45; Sal. 11:4-6; 18:1; 145:7; Is. 57:15; Hab. 1:13; St. 1:13). También
sostiene que Dios creó todo (ver Gn. 1:1; Ex. 20:11; Nh 9:6; Sal. 33:6; 102:25;
Hch 4:24; 14:15; 17:24). Sin embargo, el Mal existe en el Mundo. Por lo tanto,
muchos ateos argumentan que o bien Dios no es completamente bueno y creo el
Mal, o no es omnipotente, y no puede hacer nada acerca del mal. En todo caso,
el ateo sostiene que el Dios perfectamente bondadoso y todopoderoso de la
Biblia no puede existir.
Respuesta cristiana: Los cristianos responden a los
argumentos filosóficos contra la existencia de Dios reafirmando la doctrina
cristiana de la Creación. A diferencia de las religiones panteístas, el
Cristianismo enseña que Dios ha creado lo que no es Dios. La doctrina de la
Creación enseña que el Universo no es parte de Dios, ni una ilusión en la mente
de Dios. El Cristianismo enseña que Dios ha investido a Su creación con
verdadera existencia. No sólo creó Dios algo separado de Sí mismo, sino que
hizo parte de Su creación a Su imagen (ver Gn. 1:26-27; 5:1; 9:6; 1 Cor. 11:7;
St. 3:9). Según la Biblia, la humanidad fue creada a imagen de Dios. Una de las
implicaciones de estar hechos a imagen de Dios es la capacidad de tomar
decisiones. Las personas no son robots programados ni animales controlados por
sus instintos, sino que poseen libre albedrío.
Cuando los teólogos se refieren a seres humanos poseedores de libre albedrío,
no quieren decir que la gente tenga opciones ilimitadas, sino, simplemente, que
tienen la habilidad de escoger entre las opciones disponibles.
Cuando Dios creó a la humanidad con libre albedrío, le dio la habilidad de
amarlo verdaderamente o rechazarlo. Dios nos concedió la capacidad de
obedecerlo o desobedecerlo libremente. Él no fuerza a nadie a amarlo o seguirlo
(ver Juan 3:16-18; 2 Cor. 5:19-21; Ap. 3:20; 22:17). El Cristianismo enseña que
el mal uso del libre albedrío permitió que el Mal viniera al Mundo (ver Gn.
3:1-24).
Cuando los cristianos explican que el Mal apareció debido al mal uso del libre
albedrío, los ateos ponen como objeción las siguientes preguntas:
Objeción filosófica: ¿Por qué creó Dios criaturas libres
capaces de obrar mal?
Respuesta cristiana: Los cristianos admiten que
teóricamente Dios pudo haber creado un mundo sin criaturas moralmente libres,
capaces de escoger entre el Bien y el Mal. Sin embargo, sostienen que un mundo
así sería inferior al que tenemos ahora. Es importante notar que un sistema
donde no existan criaturas moralmente libres es, por definición, un sistema
amoral. Los cristianos creen que un mundo donde existe la Ética es mejor que
uno donde la Justicia y la Virtud sean imposibles. La capacidad de tomar
decisiones basadas en principios es uno de los dones más grandes de Dios. El
hecho de que haya sido mal utilizado no le quita valor.
Objeción filosófica: ¿Por qué no creó Dios criaturas libres
que no pecaran?
Respuesta cristiana: Quienes interponen esta objeción
nunca proporcionan una respuesta satisfactoria al problema de cómo podría Dios
manipular una opción libre y al mismo tiempo conseguir que siguiera siendo
libre. La doctrina cristiana enseña que Dios es todopoderoso. Sin embargo, hay
ciertas cosas que incluso un Dios todopoderoso no puede hacer. Por ejemplo, la
Biblia enseña que Dios no puede pecar (ver Nm. 23:19; 1 Sam. 15:29; Hb. 6:18;
St. 1:13). Los teólogos cristianos también argumentan que Dios no puede hacer
nada absurdo o contradictorio. Cuando un escéptico pregunta por qué Dios no
hizo criaturas libres que no se inclinaran por el mal, igual podría preguntar
por qué no hizo círculos cuadrados. Ambas preguntas son contradictorias y
absurdas. Un cuadrado no es un círculo y una voluntad fija no es libre.
Objeciones sicológicas a la existencia de Dios: ¿Acaso no
ha probado la sicología que creer en Dios no es otra cosa que el cumplimiento
de un deseo? Un argumento muy popular entre muchos ateos es que la gente
cree en la existencia de Dios por razones sicológicas. Argumentan que quien
cree en Dios no es suficientemente fuerte para enfrentar la realidad sin la
muleta sicológica de creer en la existencia de Dios. Por lo tanto, creer en
Dios no es más que el deseo de que exista.
Respuesta cristiana: Cuando se les desafía con
argumentos sicológicos contra la existencia de Dios, los pensadores cristianos
señalan que nuestros deseos no afectan la realidad. El hecho de que mucha gente
quiera que el Dios de la Biblia exista no tiene implicaciones sobre la
existencia real de Dios. Tampoco es razonable pensar que sólo porque deseemos
que algo sea verdadero, tenga que ser falso. No es lógico argumentar que Dios
no puede ser real simplemente porque los cristianos desean que exista. A veces
lo que deseamos existe realmente. Es necesario señalar al incrédulo que el
argumento sicológico contra la existencia de Dios es una espada de dos filos
que corta en ambas direcciones. Si estos argumentos sicológicos fueran válidos,
los cristianos podrían argumentar con la misma facilidad que el ateísmo es una
muleta sicológica para quienes son incapaces de enfrentar la realidad de la
existencia del Dios bíblico. La idea de tener que rendir cuentas algún día por
su vida ante un Dios omnisciente y omnipotente es angustiante para el ateo. Por
lo tanto, el incrédulo reprime la existencia de Dios por razones sicológicas:
porque desearía que Dios no existiera.
Como se ha discutido, lo que deseamos no tiene ningún efecto sobre la realidad.
Desde el punto de vista lógico, el argumento sicológico contra el ateísmo es
tan inválido como el argumento sicológico contra el teísmo. Sin embargo, esta
discusión nos hace ver que el argumento sicológico resulta ser tan problemático
para el ateísmo como para el Cristianismo.
Objeciones científicas a la existencia de Dios: ¿Acaso no
ha probado la Ciencia que Dios no existe?”
Los ateos que presentan esta objeción con frecuencia creen que tanto la Ciencia
como la Evolución han probado la inexistencia de Dios.
Respuesta cristiana: Ciertamente la teoría de la
Evolución enseña que procesos puramente naturales pueden explicar el Universo.
Sin embargo, hay buenas razones para rechazar la Evolución atea y creer en la
doctrina bíblica de la Creación.
Por ejemplo, las observaciones astronómicas indican que el Universo no siempre
ha existido, sino que llegó a existir aparentemente de la nada. Estas
observaciones concuerdan con la enseñanza bíblica de que Dios creó el Universo
de la nada (ver Sal. 33:6; Hb. 11:3; Ap. 4:11). Además, el registro fósil que
muchos evolucionistas citan como la prueba más contundente de su teoría es
también una de sus mayores debilidades. Aunque pueden verse muchas especies
extintas en dicho registro, incluso los mismos evolucionistas admiten que hay
pocas pruebas de las formas de vida intermedias. El registro fósil no ha
apoyado la teoría de la Evolución con pruebas de cambios graduales de una
especie a la siguiente. Por el contrario, repentinamente aparecen nuevas
especies totalmente formadas. Lejos de desmentir la existencia de Dios, los
descubrimientos científicos la han hecho más plausible.
Entre más aprende la ciencia acerca de la complejidad y sofisticación de la
Creación, más difícil es creer que todo sucedió por casualidad. Por ejemplo, la
ciencia ha descubierto que una trenza de ADN puede cargar la misma cantidad de
información que un volumen enciclopédico. Nadie que encontrara un tomo
enciclopédico en el bosque asumiría que fuerzas y elementos aleatorios lo han
producido por casualidad. Tal conclusión sería rechazada por ser totalmente
improbable. Sin embargo, los ateos ofrecen el mismo tipo de conclusión
improbable cuando se les confronta con la cantidad de información contenida en
una molécula de ADN. Se necesita fe para creer en la existencia de Dios, pero
los recientes descubrimientos científicos han revelado que se necesita más fe
para creer en el ateísmo que en el teísmo.
Conclusiones
La existencia de Dios no ha sido desmentida. La Filosofía, la Sicología y la
Ciencia han sido incapaces de demostrar que no hay Dios. Aunque se necesita fe
para creer en Dios, dicha fe es razonable y lógica.
Published August 17, 2006