Cómo entender la Jihad musulmana y preparar una respuesta cristiana

Por el Dr. N.S.R.K. Ravi

El once de septiembre de 2001 fue el día más sangriento de la historia de los

Estados Unidos. Dos de las torres de oficinas más altas del mundo, las Torres

Gemelas del Centro Mundial de Comercio, fueron destruidas. Además, el

Pentágono, centro del poderío militar norteamericano, sufrió grandes daños

materiales y pérdidas humanas. Como resultado, la complacencia norteamericana

ha sido hecha añicos hasta su mismo centro. En los últimos meses, ha habido

ataques terroristas en muchos lugares: un terrorista hizo estallar una bomba en

un mercado atestado de gente en Jerusalén, otro hizo volar un camión lleno de

mujeres y niños en Tel Aviv, y otros han aniquilado pueblos en Algeria. La

lista de sucesos mundiales que han venido a simbolizar este tipo de terrorismo

islámico es interminable.

Recientemente el gobierno británico ha identificado 21 organizaciones como

grupos terroristas notorios, y una vasta mayoría de ellos son islámicos.

Los 21 Grupos Terroristas:

1.Al-Qaida: Bin Laden

2.Grupo Armado Islámico: Algeria

3.Grupo Salafista para el Llamado y el Combate: Algeria

4.Jihad Islámica Egipcia

5.Al-Gama’a al-Islamiyya: Egipto

6.Organización Revolucionaria 17 de Noviembre: Grecia

7.Mujahedeen-e Khalq: Disidentes Iraníes en Iraq

8.HAMAS: Israel, a través de la Autoridad Palestina

9.Jihad Islámica Palestina: Israel

10.Harakatul-Mujahidin: Cachemira

11.Jaish-e-Mohammed: Cachemira

12.Lashkar-Tayyiba: Cachemira

13.Tigres de la Liberación de Tamil Eelam: Sri Lanka

14.Hizbollah: Líbano

15.Babbar Khalsa-Sij: India

16.Federación Internacional de Jóvenes Sij: India

17.Abu Nidal: Palestina

18.País Vasco y Libertad (ETA): España

19.Partido de los Trabajadores de Kurdistán: Turquía

20.Partido (Frente) para la Liberación del Pueblo Revolucionario: Turquía

21.Ejército Islámico de Aden: Yemen1

 

El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha designado a 15 de estas

organizaciones como grupos terroristas islámicos. Algunos de ellos diseminan

odio, reclutan gente y reúnen fondos en el nombre de la jihad. Hoy en día

podemos encontrar muchas referencias a esta forma de entender la jihad contra

occidente, especialmente contra Estados Unidos. Esto hace surgir serias

preguntas. ¿Es el islamismo una religión de terror? ¿Representan estas

organizaciones al verdadero islamismo? Para encontrar respuestas, debemos

examinar la fuente misma del concepto jihad.

La jihad es una ideología islámica revelada en el Corán, el libro

sagrado de los musulmanes. A través de la historia, eruditos islámicos y no

islámicos han debatido el concepto de jihad. Incluso entre los expertos

islámicos existen diversas interpretaciones de este principio.2

Algunos estudiosos islámicos consideran que la jihad es el sexto pilar del

islamismo. Según el Corán, la jihad asegura varias recompensas: incluso el

paraíso mismo. Los musulmanes creen que la jihad es lo mejor que un musulmán

puede ofrecer voluntariamente. Algunos expertos islámicos consideran que la

jihad supera a actos obligatorios como el salat (oraciones), sawm (ayuno),

zakat (diezmo) y hajj (peregrinaje). Es evidente que vale la pena examinar el

concepto de jihad en vista del lugar tan importante que tiene en la doctrina

islámica.

¿QUÉ ES JIHAD?

El término jihad es un derivado del verbo árabe jahada, que significa

esforzarse o luchar. Algunas veces se traduce como guerra santa. Las palabras

más parecidas que denotan guerra son harb o qital, las cuales se encuentran en

el Corán y el libro de comentarios que lo acompaña, el Hadith. En contextos

religiosos, jihad significa luchar contra las propias inclinaciones hacia el

mal, esforzarse por lograr el fortalecimiento moral de la sociedad o promover

la difusión del islamismo.3 Sin embargo, en muchos círculos la jihad

se entiende en el sentido militar, más que en el sentido universal del Corán y

el Hadith.

LOS MUSULMANES DEBEN HACER LA JIHAD

Según las enseñanzas musulmanas, la jihad es una obligación para todo individuo

musulmán. El Corán dice: “La lucha está prescrita para ti, y te disgusta. Pero

es posible que os disguste algo bueno para ti y os guste algo malo para ti.

Pero Alá sabe, y tú no”. (Al-Baqarah [capítulo 2] 216, Yusufali). El Corán dice

que los creyentes que participen en la jihad serán recompensados. “Dejad que

peleen en el camino de Alá aquellos que venden la vida de este mundo por la del

otro. Quienes así pelearen en el camino de Alá, asesinados o victoriosos, en él

tendrán una vasta recompensa” (An-Nisa [capítulo 4] 74, Pickthal).

En el islamismo, la palabra se divide en dos esferas: al-Jahiliyyah; o

camino de la ignorancia, y al-Islam, o camino de la sumisión a Dios. Los seres

humanos tienen la elección de vivir en la ignorancia o someterse a Dios y ser

obedientes. Quienes viven en la ignorancia y desobedecen a Dios viven en una

tierra llamada dar al-harb, que es la morada de la guerra. Quienes se

someten y son obedientes a Dios viven en una tierra llamada dar al-Islam, la

morada de la paz.4


Según el Islam, los no musulmanes se dividen en dos tipos.

Los kafir son quienes se rehúsan a ver la verdad -infieles que adoran a los

ídolos, incrédulos, o enemigos de Dios. Los ahlal-kitab, o

dhimmi, son la “gente del libro” y son no musulmanes protegidos, esto

incluye a los cristianos y judíos.

EL PROPÓSITO DE LA JIHAD

Los musulmanes alegan que el principal propósito de la jihad es proteger y

preservar la haqq, o verdad. Algunos creen que el camino para tratar con

quienes ponen obstáculos a la propagación del islamismo es declarar la jihad

contra ellos. Apoyan su actitud con el Corán: “Les mostraremos nuestros

portentos en los horizontes y dentro de sí mismos hasta que quede manifiesto

ante ellos que es la verdad. Acaso no es suficiente vuestro Dios, pues él es

testigo de todas las cosas” (Fussilat [capítulo 41] 53, Pickthal). El islamismo

enseña que los musulmanes tienen una doble responsabilidad. La primera es traer

a quienes están en el al-Jhiliyyah, o camino de la ignorancia, al al-Islam, o

camino de la sumisión, por varios medios.

La segunda obligación es poner a Alá antes que a los seres queridos, la

riqueza, las ambiciones mundanas, y mantenerse dedicado a Alá por diferentes

medios: incluyendo la lucha espiritual interior.

El Corán declara: “Y esforzaros por Alá con el empeño que es su derecho. El os

ha escogido y no os ha puesto en la religión dificultad alguna; la fe de

vuestro padre Abraham (es vuestra). Él os había llamado musulmanes desde

tiempos antiguos y en esta (Escritura), para que el mensajero pueda ser testigo

contra vosotros, y para que vosotros puedan ser testigos contra la humanidad.

Así que estableced la adoración, humillaros y apegaros a Alá” (Al-Hajj

[capítulo 22] 78, Pickthal). El Corán también dice: “Los (verdaderos) creyentes

son quienes creen en Alá y su mensajero y después no dudan, sino que se

esfuerzan con su riqueza y sus vidas por causa de Alá. Eso son los sinceros”

(Al-Hujraat [capítulo 49] 15, Pickthal). La jihad es un compromiso personal y

comunitario para diseminar y defender la fe del islamismo.

LA JIHAD POR MEDIOS PACÍFICOS

Para muchos musulmanes, la jihad es una campaña sagrada para traer una

revolución espiritual al mundo. Esta lucha puede ser defensiva u ofensiva. La

difusión del islamismo se promueve por medios pacíficos o por la fuerza. Los

musulmanes creen que la jihad puede lograrse pacíficamente en tres formas:

1) Jihad con la lengua, o diciendo la verdad.

El Corán declara: “Llamad al camino del Señor con sabiduría y justa

exhortación, y razonad con ellos en la mejor forma posible. ¡Mirad! Vuestro

Señor está más consciente de quien se desvía de su camino, y de quienes van por

el camino correcto” (An-Nahl [capítulo 16] º125, Pickthal). El Corán enseña que

si los padres alientan a sus hijos a seguir otra religión diferente al

islamismo, los niños deberán desobedecer. “Hemos prescrito delicadeza hacia los

padres: pero si ellos (o cualquiera de ellos) os obligan (por la fuerza) a

uniros conmigo (en adoración) de alguna manera que desconozcáis, desobedeced.

(Todos) tenéis que regresar a mi, y yo os diré (la verdad) de todo los que

hayáis hecho” (Al-Ankaboot [capítulo 29] 8, Yusufali).

2) Jihad con el corazón, o con sentimientos e

intenciones.

El Corán dice: “Y esforzaros por Alá con el empeño que es su derecho. El os ha

escogido y no os ha puesto en la religión dificultad alguna; la fe de vuestro

padre Abraham (es vuestra)” (Al-Hajj [capítulo 22] 78, Pickthal). En

Al-ankaboot (capítulo 29) 6 (Pickthal) dice: “Y quien se esfuerce, que se

esfuerce por sí mismo, porque ¡mirad! Alá es totalmente independiente de (sus)

criaturas”. 3) Jihad con las manos, o buenas obras. El Corán alienta las buenas

obras: “En cuanto a aquellos que se esfuerzan por nosotros, con seguridad

guiadlos a nuestros caminos, y ¡mirad! que Alá está con los buenos”

(Al-Ankaboot [capítulo 29] 69, Pickthal).

JIHAD POR MEDIOS OFENSIVOS

Sin embargo, el Corán también fomenta la jihad por la espada, incluyendo

medidas defensivas y ofensivas. En la postura defensiva, con frecuencia la

jihad se toma simplemente como guerra, causada por intereses nacionales en

conflicto. Sin embargo, en el islamismo se puede emprender la guerra, o qital,

con una postura ofensiva en nombre de Alá, y llevarse a cabo según las

instrucciones del Corán. La qital es una forma de lucha para lograr el

establecimiento del islamismo y generalmente ocurre cuando hay un estado

islámico que la lleve a cabo.5 Aquí, la jihad tiene un sentido más

amplio.

1) La jihad puede emprenderse contra los incrédulos.

El Corán dice: “¡Oh, Profeta! ¡Pelead contra los incrédulos y los hipócritas!

Sed duro con ellos. Su última morada es la muerte, el triste fin de su viaje”

(At-Tawba [capítulo 9] 73, Pickthal). Al-Furgan (capítulo 25) 52 (Pickthal)

dice: “Así que no obedezcáis a los incrédulos, sino luchad contra ellos con

gran esfuerzo”.

2)La Jihad es la causa de Dios.

El Corán dice: “¡Mirad! Quienes creen y quienes emigran (para escapar de la

persecución) y se esfuerzan en el camino de Alá, esos tienen esperanza en la

misericordia de Alá. Alá perdona, es misericordioso” (Al-Baqarah [capítulo 2]

218, Pickthal).

3) La Jihad es contra los idólatras.

En At-Tawba (capítulo 9) 5 (Pickthal) el Corán enseña: “Entonces, cuando los

meses sagrados hayan pasado, matad a los idólatras dondequiera que los

encontréis, y llevadlos (cautivos), y asediadlos, y preparar para ellos toda

emboscada. Pero si se arrepienten y establecen adoración y se humillan,

dejadlos libres. ¡Mirad! Alá perdona, es misericordioso”.

4)La Jihad puede ser contra la gente del Libro.

Según el Corán, la jihad puede implementarse incluso contra la gente del Libro

-cristianos y judíos. En At-Tawba (capítulo 9) 29 (Pickthal), el Corán declara:

“Pelead contra quienes han recibido la Escritura, pues no creen en Alá ni en el

Último Día, y no perdonan lo que Alá ha perdonado por medio de su mensajero, y

no siguen la Religión de la Verdad, hasta que paguen tributo voluntariamente,

habiendo sido humillados”.

5) La Jihad es permitida contra la opresión y la

agresión.

El Corán dice: “Pelead por causa de Alá contra quienes os ataquen, pero no

traspaséis los límites; porque Alá no ama a los transgresores. Y matadlos

dondequiera que los atrapéis, y sacadlos de donde ellos os han sacado; porque

el tumulto y la opresión son peores que la muerte por la espada; . . . Y luchad

con ellos hasta que no haya más tumulto ni opresión, y prevalezcan la justicia

y la fe en Alá; pero si cesan, que no haya hostilidad, excepto hacia aquellos

que practiquen la opresión” (Al-Baqarah [capítulo 2] 190-191,193,Yusufali).

RECOMPENSAS DE LA JIHAD

El islamismo enseña que quienes participen en la jihad recibirán recompensas.

Sin embargo, sólo los mártires tienen el paraíso asegurado.6 Según

el Hadith Sahih Bukhari, “la persona que participe (en batallas sagradas) por

la causa de Alá y nada lo lleve a hacerlo excepto la creencia en Alá y sus

apóstoles, será recompensado por Alá con una recompensa o botín (si sobrevive),

o será admitido en el Paraíso (si muere en batalla como mártir). Si no supiese

que es difícil para mis seguidores, no permanecería detrás de todo sariya que

fuese a la jihad y me hubiese encantado morir mártir por causa de Alá y volver

a la vida, luego morir mártir y volver a la vida y después nuevamente ser

martirizado por su causa”. (Volumen 1, Libro 2, Número 35: Narrado por Abu

Huraira, Sahih Bukhari).7

¿COMO DEBEN RESPONDER LOS CRISTIANOS?

Este breve estudio revela que el islamismo no ofrece el Paraíso a todos los

musulmanes. Sólo lo asegura a quienes mueran en la jihad. No me extraña que

algunos extremistas musulmanes estén dispuestos a morir en nombre de la jihad.

Ellos creen que mientras sigan peleando la causa de Alá y mueran por ella, irán

al paraíso. Sin embargo, los cristianos alegarían que los actos de terrorismo

no aseguran a nadie el paraíso, porque quienes los llevan a cabo no están

peleando la causa de Dios. Por el contrario, los terroristas están cometiendo

un gran pecado. Jesús dijo: “Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino

de los cielos les pertenece” (Mt. 5:3, NVI).

Jesús reafirmó la enseñanza del Antiguo Testamento de que el asesinato

traería el juicio de Dios: “Ustedes han oído que se dijo a sus antepasados: ‘No

mates, y todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal’ (Mt. 5:21,

NVI). Jesús también advirtió que mucha gente que cree estar haciendo la

voluntad de Dios está equivocada: “No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!”,

entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que

está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no

profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu

nombre hicimos muchos milagros?” Entonces les declararé: “Nunca os conocí.

¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!” (Mt. 7:21-23, RVR1995).

El islamismo no promete el cielo a todos sus seguidores. Sólo el

cristianismo promete a los pecadores arrepentidos la absoluta seguridad de la

salvación. El versículo 5:13 de la primera carta de Juan (NVI) dice: “Estas

cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para

que sepáis que tenéis vida eterna”. El cielo es un don gratuito para aquellos

que creen en él: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe;

esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para

que nadie se jacte” (Ef. 2:8-9, NVI).

 

CONCLUSIÓN
Los Estados Unidos de América son tierra de

inmigrantes. Se puede encontrar gente de todo el planeta. Este país está

comprometido con la libertad religiosa y, por lo tanto, ha abierto sus puertas

a los partidarios de muchas creencias. Ha sido santuario para casi cualquier

religión del mundo y la vasta mayoría de los norteamericanos dicen ser

religiosos.8

La libertad religiosa de Estados Unidos está reduciendo la distancia geográfica

entre las religiones. En nuestros vecindarios vemos gente de diversos entornos

religiosos. Pueden parecer diferentes, vestirse diferente, y estar

acostumbrados a diferentes tipos de alimentos; sin embargo, son nuestros

vecinos. Compran en las mismas tiendas que nosotros, trabajan en las mismas

oficinas donde trabajamos, y sus hijos asisten a las mismas escuelas que los

nuestros. Una vasta mayoría de ellos tiene los mismos valores familiares que

los cristianos, y sus creencias éticas y morales son similares. Mucha de esta

gente no cristiana parece ser feliz y estar satisfecha con sus prácticas

religiosas. Muchos creen que pueden ir al cielo o incluso convertirse en

dioses. Esto se convierte en un dilema para muchos norteamericanos religiosos.

Sin embargo, el mensaje cristiano es único, y la gente de estas religiones

divergentes debe tener la oportunidad de escucharlo. El problema es que la gran

mayoría de esta gente nunca ha tenido oportunidad de responder al amor de

Jesucristo. Pocos inmigrantes están expuestos al amor de Cristo y su

Palabra.

Esto levanta algunas preguntas preocupantes para los cristianos. ¿Por qué

han fallado en su responsabilidad de difundir la buena nueva de Jesucristo a

quienes nunca la han oído? Además, ¿cuál es el papel de quienes son salvados

por su Gracia en la comunicación de la buena nueva (ver Rm. 10:13-15)? ¿Dónde y

cuándo empiezan los cristianos obedientes a proclamar la buena nueva de

Jesucristo (ver Hch 1:8)?

Los cristianos norteamericanos deben darse cuenta de las implicaciones y

responsabilidades de vivir en una sociedad pluralista. Se nos llama a compartir

el amor de Jesucristo con los fieles de estos grupos religiosos divergentes.

Los cristianos deben seguir principios prácticos para comunicar el evangelio

con efectividad:

1)Respetar la libertad religiosa que las instituciones norteamericanas y

canadienses garantizan a los seguidores del islamismo y otras religiones.

2)Estar conscientes del islamismo -y otros grupos religiosos– y sus seguidores

que viven entre nosotros.

3)Estudiar las creencias y prácticas del islamismo y otras confesiones para

entender lo que creen y por qué.

4)Darse cuenta de que sólo Cristo puede llenar el hambre espiritual

experimentada por toda la gente.

5)Construir puentes de amistad para comunicar el evangelio en el amor de Cristo

a los musulmanes y otros grupos religiosos.

6)Compartir el mensaje único de Jesucristo con los no cristianos en formas

apropiadas a su extracción cultural.

7)Cooperar con personas de otras religiones en cuestiones de necesidades

sociales, ética social, y moral personal en formas que no comprometan el

evangelio ni el señorío único de Jesucristo.

 

1https://www.townhall.com/news/politics/200103/For20010301a.html.

 

2 Ejemplos de varias interpretaciones. Sayyid Abul Ala Maudoodi,

dijo: “Cambiar la perspectiva de la gente mediante la pluma y la lengua, y

traer una revolución a su mente, también es jihad. Y gastar dinero para ese

fin, y esforzarse físicamente, también es jihad”. (Tafhimat-I, p. 69). Allama

al-Qastalani, erudito clásico declaró que “la jihad contra los propios deseos y

contra el diablo es la jihad más grande” (Irshad as-Sari fi Sharh

al-Bukhari,Vol.V, p. 37). Y, en la perspectiva del Rey Faisal de Arabia

Saudita, “La jihad no es sólo tomar la pistola o levantar la espada. La jihad

es pedir consejo al Libro de Dios y al Ejemplo del Profeta y apegarse a ellos a

pesar de las dificultades, angustias y aflicciones de todo tipo” (Umm al-Qura,

Makka, 24 de abril, 1965, https://tariq.bitshop.com/misconceptions/jihad/jleaders.html).

 

3 Cyril Glasse, Enciclopedia Concisa del Islamismo, (San

Francisco: Harper and Row, 1989), p. 209-210. Y Mircea Eliade, ed.,

Enciclopedia de Religión, Vol. 7, (Nueva York: Macmillan Publishing Company,

1987), p. 88-89.

 

4 Cyril Glasse, p. 93, 204. Ver George W. Braswell Jr. Lo que

Necesitas Saber Acerca del Islamismo y los Musulmanes, (Nashville:

Broadman y Holman Publishers, 2000), p. 37-38.

 

5 Para un estudio detallado, ver Tras el Velo:

Desenmascarando al Islamismo, p. 31-73. Y Steven Emerson, productor

ejecutivo y corresponsal, “Jihad en Norteamérica” (Documental de PBS,

Washington: Producciones SAE, 1994).

 

6 El Corán describe el paraíso como un lugar donde habrá fruta,

jardines muy agradables, comida deliciosa, doncellas, juventud eterna, ni frío

ni calor, agua de manantial, ropa de seda, leche y miel (ver 2:2; 37:43,

38:50-51; 47:15; 7 6:12-13, 18-20).

 

7https://answering-islam.org.uk/Index/index.html

 

8 Jacob Neusner, ed., Religiones del Mundo en

Norteamérica, (Westminster: John Knox Press, 1994), p. 1.


Published October 22, 2007