El Hijo del Hombre

por Darrell Bock 

Este título, el favorito de Jesús según los evangelios, es uno de los elementos más discutidos acerca del ministerio de Jesús en los estudios sobre el Nuevo Testamento. Su uso en el Antiguo Testamento es bastante limitado, ya que la frase significa simplemente “ser humano”; como la expresión ‘hijo de Adán’, que describe a una persona engendrada por Adán. Así que ‘Hijo del hombre’ significa hijo de un ser humano. Se utiliza con mayor frecuencia para dirigirse a Ezequiel como ser humano (Ez. 2:1). Este profeta utiliza la frase 94 veces. Otros textos también ilustran este significado. Dios no es hombre (Núm. 23:19) para mentir. El doliente siervo estaba tan desfigurado que no parecía humano (Is. 52:14). El Salmo 8 también utiliza el término de esa manera. Sin embargo, el uso más famoso viene en arameo, no en hebreo. En este caso particular, una figura como “hijo de hombre” viene ante el Anciano de los Días para recibir autoridad (Dan. 7:13). Aquí la figura “hijo de hombre” no es un título, y contrasta con la forma en que Daniel 7 describe previamente a varias naciones paganas como si fueran una mezcla de formas animales. El representante de Dios y del hombre está hecho a imagen de Dios y recibe autoridad sobre el reino.

Ahora bien, otro elemento de fondo es que la frase en arameo es una expresión idiomática. Puede significar “alguien” o “algún ser humano”. Hay opiniones encontradas respecto a si puede ser una forma indirecta de referirse a sí mismo. No existen pruebas claras de este uso durante el primer siglo.

En el judaísmo, la expresión llegó a utilizarse como una figura de salvación, una salvación trascendente, como aparece con frecuencia en 1 Enoc. Aunque no hay certeza de que la frase se haya utilizado así antes de la época de Jesús, este uso muestra que incluso algunos judíos trataron de convertir en título la expresión utilizada en Daniel.

El término aparece 82 veces en el Nuevo Testamento, y en los evangelios siempre es pronunciado por Jesús. “Uno como hijo de hombre” aparece en Apocalipsis 1:13 y 14:14. Esteban ve al Hijo del hombre de pie en Hechos 7:56. En todas las demás ocasiones es Jesús quien utiliza la frase.

Los eruditos han usado varios métodos para clasificar esta expresión.

Uno de ellos es analizar claramente el uso de la frase en el pasaje de Daniel 7, ya que esta es la única ocasión en que se conecta con el título en el Nuevo Testamento. En la mayoría de las ocasiones el uso de la frase como título no tiene una conexión explícita con Daniel 7. De hecho, los usos que sí tienen una conexión explícita aparecen en dos lugares: (1) el discurso escatológico en el que Jesús habla sobre el regreso del Hijo del hombre y (2) cuando Jesús es interrogado por los líderes judíos y habla del Hijo del hombre sentado a la derecha de Dios y viniendo sobre las nubes, una observación que combina Daniel 7 con el Salmo 110:1. Esto significa que en la mayoría de los casos Jesús utilizó el título sin dar una referencia que lo explicara. Ambos de estos usos explícitos aparecen ya avanzado el ministerio de Jesús.

Otra forma de analizar la frase es ver lo que está haciendo el Hijo del hombre al pronunciarla. Así se ha llegado a una triple clasificación: (1) ministerio presente, (2) pasión del Hijo del hombre (3) y regreso o Apocalipsis. Siguiendo esta clasificación, las ocasiones en que la frase aparece en cada evangelio sinóptico pueden desglosarse de la siguiente manera: Mateo….30 veces (7 terrenas, 10 de la pasión y 13 apocalípticas); Marcos….14 veces (2 terrenas, 9 de la pasión y 3 apocalípticas); Lucas….25 veces (7 terrenas, 8 de la pasión y 10 apocalípticas. En el evangelio de Juan la frase no se usa en ninguna de estas formas, pero aparece 12 veces. La conexión con Daniel 7 aparece en las menciones apocalípticas.

¿Qué nos dice todo esto acerca del uso del título? Parecería que Jesús eligió una expresión ambigua, la expresión idiomática, para describir su ministerio como representante de los seres humanos. Sin embargo, al llegar al final de su ministerio aclaró que, como sugería el uso más antiguo de la frase, el término se refiere a un representante específico con autoridad para salvar, como Daniel 7 indica cuando Jesús regrese a juzgar.

Un ejemplo de esta forma de utilizar la frase se ve en la historia de la curación del paralítico (Mateo 9:6; Marcos 2:10; Lucas 5:24). Jesús habla de la autoridad del Hijo del hombre para perdonar los pecados a la vez que utiliza la curación de paralítico para señalar su autoridad personal, una autoridad que según los judíos sólo Dios tenía. Jesús dice que sana para que ellos sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la Tierra para perdonar el pecado. En otras palabras, Jesús utiliza lo que uno puede ver (una curación) para ilustrar la autoridad que Dios ha dado a un ser humano específico respecto al perdón de los pecados, algo que uno no puede ver explícitamente. Una característica interesante de todas las veces que Jesús usa el título, excepto una, es que en griego siempre es “el” Hijo del hombre (usando el artículo determinado para mostrar que se tiene en mente una persona en particular).

La importancia de esta elección es que en Daniel 7 el Hijo del hombre es una combinación única de características humanas y divinas. El ‘hijo de hombre’ como figura en ese pasaje señala a un humano, pero el andar sobre las nubes es algo que en el Antiguo Testamento se dice que sólo Dios puede hacer (Ex. 14:20; 34:5; Nm. 10:34; Sal. 104:3; Is. 19:1). De esta forma, la expresión combina la actividad humana con la divina, vislumbrando la autoridad dada a esta figura en un momento de exaltación. Esta expresión es fundamental para Jesús porque combina de forma única los varios elementos que reflejan su persona y su ministerio. El uso que Jesús hace de ella en diferentes contextos que cubren el alcance de su ministerio le permiten desarrollar la imagen. Particularmente los discípulos, quienes lo habrán oído usarla una y otra vez, deben haber llegado a captar lo que significaba. Parece que preservaron el uso particular que él le dio al restringir su función a la descripción de Jesús.

Así que ‘el Hijo de hombre’ es un título que Jesús utilizó para referirse a sí mismo y a su autoridad. Al final de su ministerio reveló el significado total de la frase. Pero el título se refiere a Jesús como representante de la humanidad que también realiza actividades divinas. Fue una forma de decir ‘yo soy el enviado con la autoridad de Dios pero también representante de la humanidad’. Es en este contexto donde tiene lugar todo el ministerio y trabajo de Jesús, incluyendo su sufrimiento en la cruz por los pecados.

Darrel Bock es profesor de investigaciones sobre el Nuevo Testamento en el seminario teológico de Dallas.
 


Published November 3, 2017