El Mahoma Histórico

Por David Wood

Con un guión excelente, sin igual dirección y actuaciones impecables, la

película de Sergio Leone, El bueno, el malo y el feo es la película de

vaqueros más icónica de todos los tiempos. Sólo tengo un problema con la

película. Aunque entiendo por qué el mercenario sociópata Angel Eyes

es llamado el Malo y por qué el solapado bandido Tuco es

el feo, nunca he sido capaz de entender por qué el cazador de

recompensas Blondie es llamado el bueno. En la película, la

estafa de Blondie para ganar dinero consiste en capturar delincuentes, recoger

la recompensa, liberarlos antes de ser ejecutados y dividir el dinero con

ellos. Luego entrega a los delincuentes del siguiente pueblo, recoge la

recompensa y así sucesivamente. Cuando la recompensa ofrecida por un criminal

ya no resulta jugosa, Blondie lo adentra en el desierto para que éste muera de

agotamiento por calor. ¿Por qué, entonces, es el bueno? La única

respuesta que he sido capaz de concebir es la siguiente: Blondie es

interpretado por Clint Eastwood, por lo que debe ser bueno, independientemente

de lo que haga. 

Nos encontramos con un razonamiento similar cuando nos adentramos en el

Islam. Los musulmanes confiadamente proclaman que Mahoma fue el ejemplo moral

más grande de la historia, un hombre al que todas las personas harían bien en

emular (véase el Corán 33:21). ¿Qué pasa, entonces, cuando revisamos la

historia y nos encontramos con una persona sorprendentemente diferente? La

respuesta musulmana pareciera ser así: Mahoma fue el profeta más grande de

Dios, por lo que debe ser bueno, independientemente de lo que

hizo. 

En este artículo, vamos a examinar la vida del Profeta Mahoma, es decir, la

que encontramos a través de una cuidadosa investigación histórica, en lugar de

la que se cuenta por fe. Como veremos, hay una enorme diferencia entre los

dos.  

I. FUENTES

Antes de discutir la historia de Mahoma, necesitamos hacer un breve análisis

de las fuentes a las que acudiremos. Si bien la fuente primaria de la doctrina

islámica es el Corán, el Corán no es autobiográfico, y no nos dice

prácticamente nada acerca de Mahoma. Para obtener información acerca de Mahoma,

debemos recurrir a otras fuentes, el Hadith y la literatura

Sira.  

El Hadith se compone de colecciones de dichos y hechos de Mahoma,

organizados generalmente por tópicos. El objetivo de los autores es describir

lo que los musulmanes deben hacer en una situación dada, basada en el ejemplo

de su profeta. La literatura Sira fue muy diferente. Sus escritores a menudo

intentan escribir una contabilidad completa de la vida de Mahoma, y estos

escritos son, por tanto, muy similares a las biografías modernas. Estos dos

géneros de la literatura histórica emplean metodologías ligeramente diferentes,

y los musulmanes de hoy favorecen el Hadith sobre la Sira. 

Aquí nos encontramos con un problema importante para nuestra investigación

histórica. Las colecciones del Hadith fueron escritas más de dos siglos después

de la muerte de Mahoma, e incluso el trabajo más antiguo conservado de la Sira

(Ibn Ishaq’s Rasul Alá) proviene de más de un siglo después de la vida

de Mahoma (y los propios musulmanes suelen rechazar esta fuente). Por lo tanto,

no tenemos ninguna fuente histórica detallada por escrito del profeta del Islam

dentro del rango de un siglo, y ninguna fuente de confianza para la mayoría de

los musulmanes en dos siglos. Este lapso de tiempo nos lleva a poner en tela de

juicio la mayor parte de la vida de Mahoma, y algunos académicos sostienen que

no podemos saber con seguridad casi nada acerca de él (o incluso que

existiese). En este estudio, no vamos a ser tan escépticos. Lo que sigue es un

estudio de algunos de los principales acontecimientos que razonablemente pueden

atribuirse a la vida de Mahoma.  

II. UNA HISTORIA BREVE DE MAHOMA

A. Antes de su llamado

Mahoma nació en La Meca alrededor del 570 d. C. Su padre murió antes de que

él naciese, y su madre murió cuando él tenía unos seis años de edad. No sabemos

mucho acerca de Mahoma antes del tiempo en que comenzó a recibir sus

revelaciones. La tradición islámica nos dice que él era conocido como

al-Amin, el confiable, por lo que pudo haber tenido una

reputación de honestidad en su trato con los demás. Al parecer, era guapo

también. Un día, una viuda rica llamada Khadija (que era su empleadora) le

pidió que se casase con ella, y Mahoma aceptó. Khadija era alrededor de quince

años mayor que Mahoma, quien tenía veinticinco años en ese entonces, pero de

acuerdo a todos los registros, tenían un matrimonio feliz. 

B. El período de la Meca

En el año 610, Mahoma estaba en una cueva en un retiro religioso, y sucedió

algo interesante.

Cuando llegó la noche en que Dios lo honró con su misión y mostró

misericordia sobre Sus siervos, por lo tanto, Gabriel le dio el mandamiento de

Dios. «Él vino a mí», dijo el apóstol de Dios, «mientras yo dormía, con un

manto de brocado donde se encontraba una escritura, y dijo,

¡Lee!’. Yo dije,¿Qué debería leer?’. Me

apretó fuertemente, tanto que pensé que estaba muerto, y luego me soltó y me

dijo,¡Lee!’. Yo dije,¿Qué debería leer?’.

Me apretó otra vez para que yo pensase que estaba muerto, entonces me dejó

ir y dijo,¡Lee!’. Yo dije,¿Qué debería

leer?’. Me apretó por tercera vez para que yo pensase que estaba

muerto y dijo,¡Lee!’. Yo dije,¿Qué debería

leer?— y esto lo dije sólo para librarme de él, para que no me

hiciese lo mismo otra vez. Él dijo:

‘Lee en el nombre de tu Señor, quien creó,

¿Quién creó al hombre de sangre coagulada.

¡Lee! Tu Señor es el más benéfico,

¿Quién enseñó por la pluma,

Enseñó lo que ellos sabían no para los hombres’.

Así que lo leí, y él se apartó de mí. Y me despertó de mi sueño, y era

como si estas palabras fuesen escritas en mi corazón. [i]

Mahoma estaba aterrorizado por lo que le ocurrió. Creía que se había

encontrado con un demonio y se convirtió en suicida. Su esposa Khadija y su

primo Waraqah, sin embargo, le convencieron de que él era un profeta de Dios y

que se había reunido con el ángel Gabriel en la cueva. 

Mahoma pasó los siguientes doce años predicando en La Meca, primero sólo en

privado, luego en público. Durante estos primeros años, Mahoma predicó un

mensaje de paz. Hizo un llamamiento a la tolerancia religiosa, [ii]

pero le dijo a la gente que tenían que recurrir a Alá. En general, los

politeístas de la Meca lo odiaban. La persecución finalmente se puso tan fea

que Mahoma aceptó una invitación para trasladarse a otra ciudad. 

C. El periodo de Medina

En el año 622, Mahoma y la mayoría de sus seguidores se trasladaron a casi

300 kilómetros al norte de lo que hoy es Medina. Es difícil sobreestimar la

importancia de la mudanza de los musulmanes de la Meca a Medina. Fue en Medina

que la comunidad musulmana se convirtió en una entidad política, lo que es

central para el Islam. 

Desde su base en Medina, Mahoma comenzó una serie de ataques contra las

caravanas de la Meca. Si bien las primeras seis redadas fueron fallidas, la

séptima, la incursión Nakhla, fue un éxito. El problema era que los

musulmanes atacaron durante un mes sagrado en el que todos habían acordado no

pelear. Un hombre inocente fue, incluso, asesinado durante la redada. Esto

llevó a la guerra entre los musulmanes y la Meca. 

Es comprensible que el pueblo de la Meca enviase alrededor de 1000 guardias

para proteger su siguiente caravana. Los musulmanes atacaron con una fuerza

mucho más pequeña y ganaron lo que llegó a ser conocida como la Batalla de

Badr. Por los próximos diez años hasta la muerte de Mahoma en el 632 d.

C., los musulmanes nunca dejaron de combatir. Mahoma peleó varias batallas

claves más contra la Meca (la Batalla de Uhud y la Batalla de la Fosa)

y finalmente tomó la ciudad en el 630.  

Mahoma atacó a otros grupos también. En el 629, los musulmanes atacaron un

asentamiento judío en el oasis de Khaybar, al noroeste de Arabia Saudita. Poco

después de la conquista de la Meca, Mahoma recibió el Sura 9:29, que ordenaba a

los musulmanes a luchar contra los no musulmanes (incluidos los cristianos y

los Judíos) hasta que se sometiesen al Islam: 

Lucha contra aquellos que no creen en Alá ni en los últimos días, ni

prohíben lo que Alá y Su Enviado han prohibido, ni practican la religión de la

verdad, de los que han recibido la Escritura, hasta que paguen el impuesto en

reconocimiento de la superioridad y se encuentren en un estado de

sometimiento. [iii

Obedeciendo este mandato para luchar, Mahoma marchó con un ejército contra

el Imperio Bizantino, aunque los bizantinos optaron por no luchar. Mahoma se

enfermó y murió poco después. 

III. MAHOMA: LO BUENO

Ahora que tenemos un resumen de la vida de Mahoma, podría sernos útil

profundizar sobre algunas cuestiones específicas que nos ayuden a formar una

idea precisa del profeta del Islam. Si bien es un error sostener, como hacen

los musulmanes, que Mahoma fue el mayor ejemplo moral de la historia, algunos

críticos están igualmente equivocados yéndose al extremo opuesto y

representando a Mahoma como el peor ejemplo moral de la historia. De hecho,

Mahoma tuvo muchas características positivas. Sabemos que fue valiente, tanto

porque soportó pacientemente durante varios años de persecución en la Meca y

porque luchó en numerosas redadas y batallas. A lo largo de su vida, Mahoma

hizo hincapié en ayudar a los huérfanos y las viudas. Hubo momentos en los que

mostró gran misericordia. Fue un devoto monoteísta y despreciaba la idolatría.

Le dijo a sus seguidores que prestasen atención a los profetas de Dios, como

Noé, Abraham, Moisés y David. Estos son ámbitos en los que incluso los no

musulmanes estarían de acuerdo al decir que Mahoma exhibió rasgos positivos en

su persona. 

IV. MAHOMA: LO MALO

Sin embargo, los musulmanes tienden a centrarse únicamente en las buenas

características de su profeta e ignorar por completo las cualidades menos

admirables. Ya hemos visto que Mahoma comenzó a robar caravanas después de

salir de la Meca. Como resultado, la codicia pronto se convirtió en uno de los

factores principales de la rápida conversión de la gente al Islam. De hecho,

Mahoma utilizó deliberadamente el botín de guerra para atraer a la gente al

Islam. Cuando fue criticado por la forma en que distribuía su nueva riqueza,

respondió: « ¿Están ustedes mentalmente perturbados por las cosas buenas de la

vida con las que quiero conquistar a un pueblo que podría convertirse en

musulmán, mientras os encomiendo a su Islam?». [iv]  

Aunque Mahoma soportó pacientemente la persecución en la Meca, su actitud

cambió rápidamente cuando sus números crecieron en Medina. Pronto no toleraría

ninguna crítica de cualquier tipo. Según las primeras fuentes biográficas, un

hombre llamado Abu Afak, (que tenía más de cien años de edad) escribió un poema

criticando a la gente que se convertía al Islam. Mahoma exigió que fuese

asesinado, y Abu Afak fue asesinado mientras dormía. Cuando una mujer llamada

Asma escuchó que los musulmanes habían matado a un hombre de tal edad, escribió

un poema llamado a la gente a adoptar una posición contra el Islam. Ibn Ishaq

relata lo que sucedió a continuación:

Cuando el apóstol escuchó lo que ella había dicho, éste dijo, «Quién me

librará de la hija de Marwan?». Umayr bin Adiy al-Khatmi que estaba con él lo

oyó, y aquella misma noche fue a su casa y la mató. Por la mañana llegó al

apóstol y le dijo lo que había hecho, y él le dijo: «¡Has ayudado a Dios y su

apóstol, O Umayr!». Cuando le preguntó si tendría que soportar consecuencias

malignas, el apóstol dijo: «Ni dos cabras se lamentarán por ella», así que

Umayr regresó a su pueblo. [v

La violencia de Mahoma fue dirigida hacia los grupos también. Mahoma una vez

dijo a sus seguidores: «Voy a expulsar a los judíos y a los cristianos de la

Península Arábiga, y no dejaré a nadie sino musulmanes».[vi] Los

judíos de Qurayza resistieron a Muhammad y trataron de formar una alianza

contra él. Cuando la alianza titubeó, Mahoma actuó con rapidez. Sus ejércitos

los rodearon y sitiaron durante veinticinco noches hasta que estuvieron

heridos, y Dios sembró terror en sus corazones. 

Entonces se rindieron, y el apóstol los confinó en Medina. . . Entonces,

el apóstol salió al mercado de Medina (que sigue siendo su mercado hoy en día)

y cavó trincheras en el mismo. Luego envió por ellos y los decapitó en esas

trincheras así como iban llegando en lotes. . . Había 600 ó 700 en total,

aunque algunos sitúan la cifra tan alta como 800 ó 900.

[vii]  

Todo varón que había llegado a la pubertad fue asesinado. Mahoma dividió a

las mujeres, los niños y la propiedad entre sus hombres (tomando una quinta

parte del botín para él). 

V. MAHOMA: LO FEO

Pero las cosas empeoraron. Mientras que los ejércitos musulmanes atacaban

ciudad tras ciudad, capturaron a muchas mujeres, que a menudo vendían o

negociaban. Sin embargo, dado que los hombres musulmanes estaban muy lejos de

sus esposas, necesitaban la sabiduría de Alá para que los guiase en el

tratamiento de sus mujeres cautivas. No pasó mucho tiempo antes de que Mahoma

recibiese una revelación que permitía a los soldados dormir con las

mujeres: 

Y las mujeres casadas, a excepción de las que posea vuestra diestra. Es

una prescripción de Allah para vosotros. Aparte de esto se os permite que

busquéis (esposas) con vuestros bienes como hombres honrados, no como

fornicadores. Y puesto que gozáis de ellas, dadles la dote como está mandado y

más allá de este mandato, no incurrís en falta en lo que hagáis de mutuo

acuerdo. Es cierto que Allah es Conocedor, Sabio.(4:24) (Es

decir, eran lícitas para ellos cuando su período de Idda llegaba a su

fin). [viii

Este versículo del Corán (4:24), junto con otros (23:1-6, 33:50; 70:22-30),

concedió a lo musulmanes el derecho a tener relaciones sexuales con sus mujeres

cautivas y esclavas, incluso las que aún estaban casadas o que iban a ser

vendidas o intercambiadas.

Tal vez lo más preocupante de todo es el hecho de que los musulmanes podían

tener relaciones sexuales con niñas que ni siquiera habían alcanzado la

pubertad. Los primeros versículos del capítulo 65 del Corán presentan las

normas islámicas del divorcio. Según el 65:4, si un musulmán se divorcia de una

niña que aún no ha llegado a la pubertad, debe esperar tres meses para

asegurarse de que no esté embarazada.  

Mahoma mismo tuvo relaciones sexuales con una niña que no había llegado a la

pubertad. Su cortejo de Aisha comenzó cuando ella tenía sólo seis

años.[ix] Mahoma tuvo un sueño acerca de ella, que lo llevó a creer

que Dios quería que se casase con la joven.[x] Afortunadamente,

Mahoma esperó tres años antes de tener relaciones sexuales con ella; sin

embargo, las fuentes musulmanas informan que Aisha todavía no había llegado a

la pubertad.[xi] Ya que Mahoma es el ejemplo moral en el Islam, sus

acciones siguen afectando a las niñas jóvenes de hoy. 

VI. EVALUACIÓN

Al final de El bueno, el malo y el feo, Blondie dice la famosa

línea: «Usted verá, en este mundo hay dos clases de personas, amigo mío, los

que tienen armas de fuego, y los que tienen palas. Usted tiene una pala». Del

mismo modo, podemos decir que hay dos tipos de creencias en este mundo: las que

se basan en la evidencia y las que no. Los musulmanes creen que Mahoma era

moralmente perfecto, y que el examen de su vida demuestra que él era un

profeta. La evidencia, sin embargo, muestra que Mahoma estaba lejos de ser

moralmente perfecto, y que no hay una buena razón para creer que fue enviado

por Dios. Hay un mundo de diferencia, entonces, entre el Mahoma de la historia

y el Mahoma de la fe. 

Podemos contrastar esto con el Jesús histórico. Los cristianos creían que

Jesús era un hacedor de milagros, que clamaba ser divino, murió en la cruz y

resucitó de entre los muertos. Una cuidadosa investigación histórica confirma

todas estas creencias. Así, mientras que los cristianos no tienen absolutamente

nada que temer al examinar las primeras fuentes históricas del cristianismo, la

historia es un gran problema para el Islam.


[i] Ibn Ishaq,

Sirat Rasul Alá [Life of Muhammad (Vida de Mahoma)], A. Guillaume,

trad. (New York: Oxford University Press, 1980), p.106.

 

[ii] Véase, por ejemplo, el Corán 109.

[iii] M. H. Traducción Shakir

[iv] Ibn Ishaq, p. 596

[v] Ibid., p. 676.

[vi] Sahih Musulmán 4366.

[vii] Ibn Ishaq, p. 464.

[viii] Sahih Musulmán 3432.

[ix] Sahih Al-Bukhari 3894.

[x] Ibid., Número 3895.

[xi] Vea Sahih al-Bukhari 5236 y 6130.


Published November 5, 2009