En Send Network, tenemos una misión clara: ayudar a las iglesias a plantar iglesias para todos en todo lugar. No es solo lo que hacemos—es parte de nuestra identidad. Como una familia de iglesias, estamos uniéndonos a la obra redentora de Dios para expandir Su reino en Norteamérica y entre las naciones.
La plantación de iglesias no es una actividad secundaria ni una estrategia opcional de ministerio, es el corazón del Nuevo Testamento. Al plantar iglesias, nos unimos a la misma misión que abrazaron Pablo y la iglesia primitiva: alcanzar ciudades con el evangelio, hacer discípulos, formar líderes y ver el reino de Dios expandirse por ciudades, culturas, países y continentes.
¿Por qué son importantes los plantadores saludables?
No podemos ver un movimiento de iglesias sanas y multiplicadoras sin plantadores fieles y efectivos. Plantar una iglesia no es tarea fácil. Es uno de los llamados más desafiantes y gratificantes del ministerio. Para cumplir ese llamado, un plantador necesita mucho más que una visión inspiradora o una personalidad carismática—necesita un fundamento sólido basado en características esenciales que lo preparen para un ministerio fiel y duradero.
Cuando un plantador madura en áreas como la salud espiritual y el liderazgo, su ministerio se arraiga en algo mucho más grande que la ambición personal o estrategias pasajeras. Su vida y llamado reflejan la obra constante y transformadora de Dios a través de una vida rendida a Él. Este tipo de ministerio quizás no sea llamativo ni avance al ritmo que deseamos, pero está marcado por pasión, fidelidad, resistencia y una profunda dependencia de Dios.
Las 9 características esenciales de un plantador fiel y efectivo
Durante el último año, Send Network identificó nueve características esenciales que forman la base de un ministerio que perdura. No se trata simplemente de habilidades a desarrollar—son cualidades que reflejan una vida rendida a Jesús y alineada con Su misión:
- El Corazón. Tu identidad como discípulo de Cristo debe ser la fuente de todo ministerio y crecimiento.
- Las Relaciones. Relaciones sanas, especialmente en el matrimonio, sostienen un ministerio colaborativo y fuerte.
- El Llamado. La confianza en el llamado de Dios te sostiene en medio de los desafíos de la plantación.
- La Teología. Conoce la Palabra de Dios y defiende la sana doctrina con humildad y claridad.
- La Misión. Plantar iglesias es comprometerse con el evangelio, hacer discípulos y multiplicar iglesias.
- La Enseñanza. Enseña y aplica la Escritura fielmente, exaltando a Cristo en cada mensaje.
- La Iglesia. Ama y cuida a la iglesia local como Cristo lo hace.
- Las Naciones. Mantén una visión global, participando activamente en alianzas y misiones más allá de tu ciudad.
- El Liderazgo Práctico. Lidera equipos, servicios y personas con sabiduría y habilidades prácticas.
Estas cualidades definen a un plantador que camina con Dios, lidera con integridad y se une fielmente a la misión de expandir el reino de Dios a través de la plantación de iglesias saludables y multiplicadoras para todos en todo lugar.
La oración es esencial dentro de lo esencial.
Cada una de estas áreas debe estar cimentada en una dependencia profunda del Padre, la cual se manifiesta en una vida de oración personal y colectiva apasionada y persistente.
A medida que formamos líderes con corazones rendidos a Dios, teología sólida y pasión por la misión de Cristo, estamos levantando una nueva generación de plantadores fieles que impactarán al mundo con el evangelio.
El momento en que Dios me llamó a plantar iglesias
Como seguidores de Cristo, el llamado principal de Dios no es al ministerio, es a la intimidad con Él. El ministerio es simplemente el desbordamiento de esa intimidad. Esa fue una de las primeras lecciones que aprendí al iniciar mi jornada como plantador.
Recuerdo claramente el momento en que Dios me llamó a plantar iglesias. Estaba en mi devocional matutino cuando leí Lucas 4:43, donde Jesús dice:
“Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.”
Ese pasaje encendió en mí una convicción: Jesús tenía pasión por llevar el reino de Dios a todas las ciudades y naciones. Llamé a mi esposa para orar juntos y pusimos nuestro “sí” sobre la mesa, sin saber dónde ni cuándo, pero con el deseo de unirnos a Su obra.
Dos semanas después, Dios nos mostró el destino: Las Vegas. Por más de 20 años, hemos tenido el privilegio de ver la actividad del reino de Dios a través de la plantación de iglesias. Vimos a miles venir a la fe, iglesias plantadas a lo largo de la costa oeste y misioneros enviados a cuatro continentes.
Unidos a la actividad del Reino
Dios está obrando y expandiendo Su reino, y nos invita a unirnos a Él. Las iglesias florecen bajo el liderazgo de pastores humildes y espiritualmente vibrantes que están enfocados en Su gloria, no en la suya propia. El ministerio más fructífero nace desde un lugar de salud, no desde el esfuerzo humano, sino dependiendo del poder de Dios.
Ninguno de nosotros puede plantar una iglesia saludable por su cuenta, pero al adoptar estas nueve características, confiamos en la obra santificadora de Dios en nosotros y a través de nosotros.
Mi oración es que estas cualidades esenciales guíen a iglesias y líderes a levantar plantadores centrados en Cristo y comprometidos con la expansión del reino de Dios.
¡Unámonos a la obra de Dios en Norteamérica y en todo el mundo, para que muchos más conozcan el gozo de caminar con Él!
Published abril 24, 2025