El Plan de Salvación mormón

Por Tal Davis

“Pero ellos usan palabras como las de nuestro evangelio: Salvador,

expiación, nacido de una virgen. De hecho, ¿No bautizan ellos también por

inmersión, envían misioneros y hablan sobre el evangelio?. Parece que su visión

sobre la salvación es como la de los bautistas y otras Iglesias Evangélicas,

¿No es verdad?.”

Esta, es una respuesta muy común del mormonismo y las practicas de la

iglesia mormona. En la superficie, mucho de lo que ellos hacen parece similar a

las denominaciones cristianas basadas en La Biblia. Lo que ellos creen, sin

embargo, no es todo en correspondencia a La Biblia. Esto es sobre todo evidente

al encontrarnos con la pregunta, “¿qué debo hacer para ser salvo?” Sobre esto,

La Biblia nos da una muy simple y clara respuesta: “La salvación… es ofrecida

libremente a todos aquellos que aceptan y reconocen a Jesucristo como su Señor

y Salvador, Quien por su propia sangre derramada, ha entregado la redención

eterna al que cree en Él” (1)  La salvación es adquirida cuando

el pecador responde en arrepentimiento hacia Dios y pone su fe en el Señor

Jesucristo.

Nada más y nada menos es requerido.

Veamos este concepto de forma más profunda en cuatro partes:

Primero, la salvación viene de Dios, el único y verdadero Dios de todos y todas

las cosas, así como de todo el universo. Él no ha sido creado, no tiene

comienzo y por Él todas las cosas son creadas. Él amó al mundo y envió a su

hijo, Dios el Verbo, a morir por nuestros pecados.  (Ver Juan 3:16 y 2da

de Corintios 5:18-19).

Jesucristo fue concebido por El Espíritu Santo en la Virgen María. Nació,

vivió una vida sin pecado, fue crucificado por los pecados del mundo, y se

levantó victorioso en resurrección al tercer día.

Segundo, el concepto bíblico y cristiano de Jesús, es que Él existió desde

el principio en el cielo, como el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo

era Dios. Él era en el principio con Dios. Él es la segunda persona en la

Trinidad de Dios.

No existe material bíblico, ni tampoco los cristianos jamás hemos creído que

Jesús fue un espíritu bebe nacido en un reino preexistente, así como los

mormones enseñan. Él tampoco es nuestro hermano mayor y ni de Lucifer.

Tercero, como la humanidad es pecadora y ha caído, todos nosotros nos

encontramos en la necesidad de la gracia salvadora de Jesucristo por todos

nuestros pecados, y no solo por el pecado original de Adán. El poder

transformador y el perdón de Dios están disponibles para todos aquellos que

ponen su confianza en Jesús (ver Juan 1:11-13, Juan 3:16-36)

Cuarto, Debemos de forma individual recibir a Jesús como Señor y Salvador,

al momento de arrepentirnos de todos nuestros pecados. Juan 1:12 declara: “Mas

a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad

de ser hechos hijos de Dios”.

El esfuerzo, la identidad denominacional, o las buenas intenciones, no tienen

nada que ver con la relación personal que uno obtiene con Dios a través de

Jesucristo. La fe, confianza y creencia en que Jesús nos salvó de la muerte en

la cruz, tomando los pecados del mundo en si mismo, y tomando también nuestro

lugar, es la única base para la redención (ver 1 Juan 5:13, Gal 2:16 y Ef 2:

8-9)

¿Cómo se compara el Mormonismo con el plan anterior?

Es completamente diferente. Para ser completamente salvo, se llevan al menos

unos 12 pasos para el miembro masculino de la Iglesia de Jesucristo de los

Santos de los Últimos Días”. Los mormones creen que cada uno experimentará la

salvación de alguna manera.

Mientras La Biblia afirma solamente la existencia de un cielo y un infierno, la

doctrina mormona mantiene que existe una perdición o infierno, el cual se

encuentra reservado para asesinos, los que abandonan su fe en la Iglesia de

Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y el Diablo y sus ángeles.

La teología mormona también nos habla de la existencia de 3 cielos, todos

ellos después de esta vida, los Reinos celestiales, terrestres y telestiales.

El Reino celestial es el mas alto, donde el mormón recibe exaltación y la

posibilidad de ser hecho dios.(2)

Los siguientes pasos explican el plan Mormón para adquirir el Reino

celestial. Este reino es para los mormones, lo que ellos llaman “la vida

eterna”.

Primer Paso: Fe

La fe del mormón es diferente a la fe Bíblica, puesto que tiene a un Jesús

diferente. Como se dijo con anterioridad, el Jesús del  Mormonismo es

nuestro hermano espiritual del cielo, quien, como nosotros, fue nacido en

espíritu como hijo de Dios. Él es el primer hijo del Padre Celestial.

Bruce R. McConkie, un teólogo mormón, advirtió que la gente que habla de una

“relación especial con (este) Cristo”, sufren de un “excesivo celo” y de “un

montón de tonterías sectarias”. (3) La fe para el mormón no va dirigida hacia

la deidad de Cristo y Su expiación en la cruz para los pecados del mundo. Mejor

dicho la fe es vista como una respuesta a lo que sea que son los mandamientos

de Cristo, no como una confianza en Su capacidad completa de salvar. (4) Esta

clase de fe nunca resulta en una relación personal con Él.

Segundo Paso: Arrepentimiento

La Biblia aclara que el arrepentimiento para salvación es siempre del pecado y

hacia Dios. Para el mormón el arrepentimiento implica admitir y abandonar el

pecado así como restaurar o resolver todo el daño hecho por ese pecado. Esta

definición parece bíblica, pero la condición adicional añadida, es que la

persona arrepentida debe “pasar el equilibrio de sus vidas tratando de vivir

los mandamientos del Señor, entonces así Él pueda  finalmente

perdonarles  y limpiarles”. (5) El arrepentimiento es un trabajo, y sólo

un preludio al proceso de adquirir la salvación por la obediencia a la Iglesia

de Jesucristo de los Santos de los Últimos días. Poco, si no es que nada, es

dicho del arrepentimiento que conduce a Jesucristo. Si este es el entendimiento

del mormón sobre el arrepentimiento, entonces  queda claro por qué la

Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días añade los siguientes

pasos que seguiremos mencionando a continuación.

Tercer Paso: Bautismo por inmersión en la Iglesia de Jesucristo de

los Santos de los Últimos Días

Aquí es donde el sello claro del mormonismo es inequívoco. La Iglesia

mormona dice ser la única Iglesia verdadera. De este modo, las otras Iglesias y

sus prácticas y formas del bautismo son falsas. El bautismo por inmersión a

través de “un debidamente comisionado servidor o representante del Salvador”

(un poseedor del sacerdocio de Melquisedeq o un sacerdote del clero Aaronico)

es requerido. (6) Por lo tanto, este bautismo debe ocurrir en la Iglesia del

mormón y constituye “la puerta por la cual entramos al Reino celestial.”

(7)

 
Cuarto Paso: Imposición de manos por un miembro del Sacerdocio de

Melquisedeq, para recibir el Espíritu Santo.

La presencia del Espíritu Santo no es una promesa para el mormón como

resultado de su fe y creencia. Esto viene mecánicamente en cambio, cuando un

mormón bautizado es orado por un miembro de esta clase sacerdotal en la

Iglesia: “las autoridades para otorgar el Espíritu Santo pertenecen al

Sacerdocio de Melquisedeq. El Anciano, dice: “Recibe el Espíritu Santo”, y

también, “‘Yo te confirmo como un miembro de la Iglesia de Jesucristo de los

Santos de los Últimos Días””. (8)

Quinto Paso: Ordenación en el Sacerdocio de Melquideseq (para

hombres solamente)

Cuando alguien recibe la imposición de manos por un sacerdote de esta orden,

entonces la exaltación y la salvación se hacen posibles en aquel, que también

se convierte en un sacerdote de la misma orden: “Este alto sacerdocio esta

diseñado para permitir a los hombres ganar la exaltación en el más alto cielo

de la eternidad… La Perfección puede ser ganada sólo en y por causa de su

sacerdocio”. (9) También, los mormones creen que el Espíritu Santo vendrá a una

persona sólo cuando esta es fiel y desea la ayuda de éste funcionario de la

Iglesia. (10)

Sexto paso: Recibir los Atributos del Templo

Después de la ordenación, la persona designada es conducida  por una

ceremonia donde se le unge y se practican otros ritos similares, ninguno de los

cuales tiene una base bíblica. Las mujeres también pueden recibir estos ritos.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días sostiene sin

embargo, que “Por ellos (los rituales) los recipientes son dotados con el poder

de lo alto. Reciben una educación con relación a los propósitos y planes del

Señor… y son enseñados sobre las cosas que deben ser hechas por el hombre a

fin de ganar exaltación en el mundo por venir”. (11) Los aproximadamente 106

templos de la Iglesia mormona sirven como el único lugar donde estos ritos

pueden ser realizados y son por lo tanto vistos como sagrados por los mismos

mormones. (12)

Séptimo Paso:  Matrimonio Celestial

Doctrina y  Convenios, parte de la escritura canonizada, declara que

“El matrimonio celestial es la puerta para una exaltación en el cielo más alto,

dentro del mundo celestial”.(13)  Como una parte de los

Atributos del templo estos miembros de la Iglesia mormona quedan esposados

por “el tiempo y la eternidad” a sus cónyuges en un templo mormón.

Tales matrimonios son esenciales de modo que una vez que los mormones dignos

sean resucitados y posibilitados de progresar al hábitat de Dios, puedan tener

a su cónyuge con ellos para producir y procrear a niños para su mundo y

universo.

Octavo Paso: Guardar la Palabra de Sabiduría

José Smith enseñó que el beber bebidas fuertes (las bebidas alcohólicas o

bebidas calientes, en referencia probablemente al café y té, ya que ambas

contienen cafeína)  produce indignidad para la exaltación. (14) La Iglesia

también enseña, “Por guardar la palabra de sabiduría, la recompensa es la vida,

no sólo la prolongada  vida mortal, sino la vida eterna”. (15) También,

sin la obediencia a la Palabra de Sabiduría, la entrada a los templos mormones

no será concedida. Sin aquella concesión, un mormón no sería capaz de entrar en

el Reino celestial.

Noveno Paso: Sostener o apoyar al Profeta

Como se cree que cada Profeta/Presidente de la Iglesia es el único

revelador  y el representante de Dios a su Iglesia, es requerido de cada

mormón digno, apoyarle o sostenerle como un profeta, vidente, y revelador. “El

rechazar la palabra del Señor (el mensaje del Profeta) es rechazar al Señor

mismo”,  y por lo tanto ser indigno del Reino celestial. (16)

Décimo Paso: Diezmar

“Una décima parte del sueldo de cada miembro de la Iglesia es pagadero como

fondo de diezmo a la Iglesia cada año”. (17) Y  “el pago del diezmo

integro, es esencial para alcanzar aquellas grandes bendiciones que el Señor

tiene preparadas para sus santos fieles. Los miembros de la Iglesia que fallan

o no cumplen con su diezmo integro, se niegan a ellos mismos el recibimiento de

estas ricas bendiciones”. (18) El libro de La doctrina y los Convenios es aún

más explícito diciendo, “Él, que ha diezmado, no será quemado en su

llegada”.)  (19) En otras palabras, el diezmo es una parte del plan de

salvación, para escapar del juicio en la segunda venida de Cristo.

Onceavo Paso: Reuniones Sacramentales

La reunión sacramental es la reunión  dominical de la Iglesia de los

Santos de los Ultimos Días. En ella se reúnen para cantar, testificar, y

compartir el sacramento del pan y del agua. Participar con regularidad en esta

ocasión es esencial para permanecer en el compañerismo cercano de la Iglesia.

Esto sirve como la base para renovar los votos convenidos, comenzando con el

bautismo: “Al formar parte del sacramento, los santos dignos renuevan el

convenio antes hecho por ellos en el agua de bautismo. (20) Al guardar el

convenio en la practica de los sacramentos, el mormón cree que “Siempre

tendremos el espíritu del Señor para estar con nosotros y que al seguir este

modelo, creyendo en su nombre, ganaremos una remisión de nuestros pecados”.

(21)

 
Doceavo Paso: Obediencia

La obediencia a la Iglesia, sus enseñanzas, y el profeta es esencial para el

mormón, de tal manera que pueda ganar la exaltación en el Reino Celestial. La

obediencia es la primera ley del cielo, la piedra angular sobre la cual toda la

justicia y el progreso descansan. Recuerde que para los mormones, la perdición

o el infierno son reservados para apóstatas (aquellos que abandonan la Iglesia

mormona y renuncian a su membresia en la misma). No hay ninguna salvación

aparte de la obediencia total de todas las leyes y las ordenanzas de la

Iglesia. 22

La oscuridad externa es reservada para miembros apóstatas de la Iglesia

mormona. No habrá ninguna salvación o perdón para estos “hijos de la perdición”

que “sufrirán la ira de Dios y tomarán parte en la segunda muerte”. 23

Conclusión:

El plan de salvación según “el evangelio” del mormón no es sólo un evangelio

de esfuerzos, es un evangelio de obediencia y obligación a la Iglesia de

Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

En “Principios Bíblicos”, una publicación oficial de aquella Iglesia,

encontramos una parábola que describe el plan de salvación. Un deudor ruega a

su acreedor por misericordia pues sus deudas son grandes y mantiene largos

atrasos. Justo cuando el cruel acreedor está a punto de echar al hombre en

prisión, un amigo interviene y paga la deuda.

Entonces el amigo dice al deudor, “Me pagarás la deuda a mí, y yo establece los

términos. No será fácil, pero será posible”. 24 El amigo que intervino, no con

un regalo gratuito, sino con un préstamo para ser pagado, es un simbolismo de

la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Cada santo devoto,

por ello, se encuentra trabajando duro para pagar su deuda con la

Iglesia.

El Evangelio (la palabra evangelio significa buenas noticias) mormón no es

evangelio. No es el evangelio de libertad a través de Cristo, es un evangelio

de servidumbre y obligación hacía una organización religiosa.

En Mateo 18:21-35, Jesús cuenta la historia de un Rey que perdona a sus

sirvientes sus deudas hacía él. Uno de esos sirvientes sin embargo, se

encuentra con uno de sus compañeros que le debía cien denarios. Incapaz de

pagar, el segundo sirviente fue llevado a prisión.

Jesús ilustró con esto un punto, que deberíamos perdonarnos el uno al otro, así

como Dios  nos a perdonado a nosotros, aquellos que creemos en Él, de

todas nuestras transgresiones contra la ley de Dios. Este pensamiento hace eco

en la enseñanza de la oración del Señor, “Perdona nuestras deudas, así como

también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12).

El evangelio bíblico de Jesucristo, dice que ninguna deuda queda por ser

pagada. Jesucristo sufrió suficientemente en la cruz por nuestros pecados, de

modo que quién cree en Él puede ser perdonado de todos los males del pasado,

presentes, y del futuro. Si usted no ha recibido aún Su regalo de la vida

eterna, puede hacerlo ahora creyendo que Dios le ama a pesar de su pecado, que

Jesús sufrió y pagó el costo de su pecado, y que la salvación es Su regalo

gratis a usted. Como dice la Biblia, “Porque con el corazón se cree para

justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Rom 10:10). Si esa es

la necesidad en su vida, ore con todo su corazón esta oración:

Señor Jesús, creo que moriste por todos mis pecados. Creo que Dios te levantó

de entre los muertos. Ahora mismo, te entrego mis pecados y me entrego a mi

mismo. Entra a mi corazón y has morada en él, me entrego a ti. Por favor se de

ahora en adelante el Señor de mi vida. Gracias por salvarme. Amen.

Notas:

1. The Baptist Faith and Message (Nashville: LifeWay

Christian Resources, 2000). p.11.

2. Vea la Publicación de Evangelismo Apologética, “El concepto Mormón

de Dios”.

3. “Who Answers Prayers?” Sunstone Review (April 1982), 13.

4. Vea Principios del Evangelio (Salt Lake City: La Iglesia de Jesucristo

los Santos de los Últimos Días,1995), pp. 117-121 para más información.

5. Ibid; p. 126

6. James E. Talmage, Los Artículos de Fe( Salt Lake City:Bookcraft, 1996),

p.167

7. Principios del Evangelio, p.131

8. Talmage, Artículos de Fe, p. 167

9. Bruce McConkie, Doctrina Mormona (Salt Lake City Bookcraft, 1966),

p.167

10. Principios del Evangelio, p. 139

11. McConkie, Doctrina mormona, p. 227

12. Ibid.

13. Doctrina y Convenios (Salt Lake City: La Iglesia d Jesucristo los

Santos de los Últimos Días, 1986), 132:34-40, 61-62.

14. Ibid; p. 89

15. Principios del Evangelio, p. 195

16. McConkie, Doctrina Mormona, p.150

17. Ibid; p. 796

18. Ibid; p  798

19. Doctrina y Convenios, 64:23

20. McConkie, Doctrina Mormona, p. 660

21. Principios del Evangelio, p. 155

22. McConkie, Doctrina Mormona, p539

23. Doctrinas del Evangelio, Manual del Estudiante, (Salt Lake City: La

Iglesia de Jesucristo los Santos de los Últimos Días,1986),p 91 y Doctrina y

Convenios 76:31-48

24. Principios del Evangelio, p. 77  


Published August 11, 2006