Desde el principio, Jonathan y Olympia Herrera tomaron dos decisiones conscientes: multiplicarse y permanecer en un modelo covocacional. Esas decisiones están dando forma a una historia en la que la vida diaria y la misión del evangelio son inseparables, y donde una iglesia pequeña y sencilla ya está dando fruto.

En 2023 comenzaron una nueva iglesia, Iglesia Nueva Canción, en Paradise Hills, CA. El nombre refleja su visión: una nueva expresión de alabanza que surge en una comunidad diversa donde conviven vecinos hispanos, filipinos, afroamericanos y anglosajones.
Los Herrera tienen una pasión por abrazar el arduo trabajo de la plantación de iglesias desde cero: formar equipos y ver cómo Dios da vida en una nueva congregación de creyentes. “Amamos la parte desafiante de plantar iglesias,” dice Jonathan. “Es para lo que Dios nos diseñó. Aunque no es fácil, es verdaderamente un gozo. Cuando el ministerio se siente pesado,” agrega Jonathan, “nos detenemos y descansamos en Dios. Él lo carga.”
Dios es fiel para completar la buena obra que Él comenzó (Fil. 1:6), y a medida que los Herrera y su equipo base se involucran en la ciudad, encuentran descanso y fortaleza en el Señor.
Eligiendo una Estrategia Diferente
Jonathan no es solo pastor. También es maestro de sexto grado en una escuela de educación dual. Durante más de veinte años ha formado a jóvenes en inglés y en español. La enseñanza es su pasión, y esta vocación es parte central de su estrategia misionera.
En lugar de dejar su carrera para dedicarse a tiempo completo al pastorado, Jonathan y Olympia eligieron el camino covocacional. A diferencia de la plantación bivocacional, que muchas veces sirve como puente hasta que la iglesia puede sostener económicamente a su pastor, la plantación covocacional es una decisión intencional de usar las esferas de influencia en el ámbito laboral para vivir en misión. Este enfoque mantiene a los líderes profundamente conectados con la comunidad, construyendo confianza en la vida diaria mientras guían a la iglesia.
Jonathan conversa con frecuencia con colegas y vecinos que lo conocen no solo como maestro, sino también como pastor. Muchas familias llegan a Nueva Canción porque ya conocen al “Señor Herrera”. Para Jonathan y Olympia, estar entretejidos en la comunidad y vivir el evangelio en las aulas, en las reuniones de trabajo, en los pasillos del supermercado y en otros espacios cotidianos se ha convertido en un ritmo natural de vida.
Uno de los beneficios de la plantación covocacional es la credibilidad. Los vecinos ven a un pastor que entiende sus horarios, su trabajo y las luchas de sus familias. Y ven una iglesia que crece a través de relaciones auténticas y profundas que se entrelazan con las rutinas diarias donde la gente trabaja, vive y comparte. Esa confianza en la vida común derriba barreras. Mientras los colegas conversan sobre política, cultura o ansiedad, surgen de manera natural conversaciones espirituales. “No empiezo diciendo que soy pastor,” explica Jonathan. “Lidero como discípulo, y luego comparto más a medida que crece la confianza.”
Iglesia Sencilla, Trabajo Compartido

Iglesia Nueva Canción es una iglesia sencilla con valores claros: Conectar, Amar, Crecer, Expresar a Jesús. Estos valores dan forma a todo lo que hacen.
Los grupos de vida y el discipulado son el corazón de la iglesia. En lugar de sobrecargar el calendario con programas, los Herrera mantienen el ministerio enfocado en construir relaciones, equipar discípulos, crecer y servir al vecindario. “Tenemos un enfoque sencillo y un presupuesto sencillo,” explica Jonathan, “lo cual nos libera para conectar con las personas en los ritmos naturales de la vida.”
Para mantener en equilibrio el trabajo, el ministerio y la familia, y así evitar el desgaste, los Herrera invierten en desarrollar líderes que compartan la carga del ministerio. Cuentan con una pluralidad de ancianos que se turnan en la enseñanza. Los jóvenes adultos son capacitados y enviados a servir de acuerdo con sus dones. “La cultura es algo que se cultiva y desarrolla desde el liderazgo,” explica Jonathan. “La iglesia primitiva nos muestra cómo animar a otros a liderar en sus dones, para que todo el cuerpo crezca y sirva unido. El gozo se multiplica cuando vivimos el evangelio de esta manera.”
Esta cultura compartida previene el desgaste y multiplica líderes. Ya un joven “Timoteo” se está preparando para ser enviado desde su iglesia como futuro plantador. El plan a cinco años de la iglesia incluye enviar otro equipo para el 2026. La multiplicación no es una idea secundaria; es parte del ADN desde el inicio.
Olympia compartió su llamado en este caminar: “Parte de ser plantadores covocacionales es ser testigos de cómo Dios llama a individuos y matrimonios a Su obra. A veces Él nos llama cuando menos lo esperamos. Y cuando llama, estamos invitados a responder con fe y valentía. Yo veo mi llamado como apoyar la obra de la iglesia, cuidar de nuestra familia y caminar junto a Jonathan en fe. Es un privilegio servir al cuerpo de Cristo mientras también velamos por el bienestar de nuestro hogar, sabiendo que Dios obra en todas las cosas.”
Este compromiso con la multiplicación se fortalece a través de una cultura más amplia de colaboración, mientras varios pastores locales unen esfuerzos para animarse unos a otros y modelar la unidad del Reino. Se conectan y se animan mutuamente en las reuniones trimestrales de “Koinonía”, donde los plantadores de iglesias cercanas unen a sus congregaciones para orar, adorar y partir el pan juntos. Este espíritu de unidad refleja el modelo de la iglesia primitiva en Hechos 2:42–47, donde los creyentes se dedicaban a la comunión (koinonía), a la oración, al partimiento del pan y a la adoración conjunta. De la misma manera, estos encuentros encarnan una sinergia del Reino más amplia que señala a la unidad y misión de la iglesia de Cristo.
Multiplicación a Través de la Colaboración

Recientemente, una iglesia más grande y establecida en Chula Vista notó lo que Dios estaba haciendo a través de Iglesia Nueva Canción. Invitaron a los Herrera a asociarse, ofreciéndoles un edificio y nuevas oportunidades para alcanzar a la comunidad latina junto a una congregación de habla inglesa. A Jonathan le ofrecieron un puesto de tiempo completo, pero lo rechazó. “Eso no es a lo que Dios me ha llamado,” dijo. “Hemos sido fieles en lo poco; ahora Él está abriendo una puerta más grande. Caminaremos por ella como plantadores covocacionales.” Una vez más, Jonathan y Olympia eligieron permanecer en el modelo covocacional, convencidos de que esta estrategia no es un trampolín, sino un llamado.
Hoy la iglesia cuenta con alrededor de 80 miembros, y unas 100 personas asisten semanalmente a sus reuniones. Ahora, los Herrera y su equipo se preparan para trasladar su ministerio a Chula Vista, continuando con la misión de servir y multiplicarse. En esta nueva etapa, avanzan con manos abiertas, listos para ver lo que Dios hará.
Olympia compartió: “Me gozo al ver todo lo que Dios está haciendo. La plantación de iglesias no es fácil, pero nos impulsa a orar con diligencia e intencionalidad. La paciencia nos recuerda que es realmente Dios quien obra, no nosotros. Y aunque requiere sacrificio y tiempo, lo contamos como gozo porque amamos la obra que Dios está haciendo en nosotros y a través de nosotros como cuerpo local de creyentes.”
Lo Que Su Historia Nos Enseña
El viaje de los Herrera nos ofrece un retrato vivo de la plantación covocacional:
- La presencia importa. Estar arraigados en el trabajo cotidiano genera confianza que abre puertas al evangelio.
- La sencillez es fortaleza. Un enfoque claro en hacer discípulos y crecer juntos mantiene la energía en lo que realmente importa.
- El liderazgo compartido multiplica el impacto. Capacitar a otros previene el desgaste, levanta nuevos líderes y refleja de manera más completa la gloria de Dios cuando todas las partes del cuerpo de Cristo están comprometidas y floreciendo.
- La multiplicación es la meta. Las iglesias plantan iglesias. No cuando son lo suficientemente grandes, sino cuando son lo suficientemente fieles.
Al final, esta no es solo una historia de estrategia. Es una historia de fidelidad. Jonathan y Olympia han elegido estar presentes en su ciudad, liderar con sencillez y confiarle el futuro a Dios. Y, al hacerlo, nos están enseñando a todos un nuevo canto.
Para Matrimonios Misioneros que Disciernen el Camino Covocacional
- Si estás discerniendo este camino, la historia de Jonathan y Olympia ofrece una visión alentadora: no tienes que dejar tu mundo de lunes a viernes para liderar una iglesia en misión. Puedes llevar la iglesia a tu mundo y ver a Jesús entonar un nuevo canto sobre tu ciudad. El consejo de Jonathan es tan práctico como pastoral:
- Decídanlo juntos. “Ambos deben estar de acuerdo y tener claro su llamado.”
- Consideren su contexto. “Si quieres sumergirte rápidamente en un pueblo y un lugar, la plantación covocacional puede ser el camino más directo.”
- Formen un núcleo que defina el ADN. “Tu equipo base te dará lentes que tú no tienes. Entrénalos bien y luego envíalos.”
Para más información sobre la plantación covocacional de iglesias, visita: covochurchplanting.com y revisa más contenido en https://www.namb.net/send-network/es/
Published septiembre 17, 2025