6 consejos para transmitir en vivo tu servicio dominical

Aunque estamos viviendo en una época en donde las reuniones de grupos grandes son limitadas, Dios es bondadoso al darnos una manera de seguir reuniéndonos como Su pueblo.

Cuando se trata de transmitir en vivo un servicio dominical, la gran cantidad de opciones puede ser abrumadora. Debido a que los costos han bajado y las nuevas plataformas y tecnologías han traído cambios radicales (por ejemplo, video en vivo en las redes sociales), las iglesias están investigando y adoptando soluciones diferentes.

Hay seis consejos que su iglesia debe seguir al implementar el proceso de reuniones virtuales:

  1. Identifique las plataformas que va a usar. Facebook Live, YouTube Live y otras plataformas han dominado en el área de videoconferencias desde el 2017. Teóricamente, estas vías proporcionan un método para que las iglesias lleguen más lejos, alertando a los seguidores cuando el servicio del domingo por la mañana está por comenzar y dándoles la oportunidad de ingresar. Trate de seleccionar la plataforma que tenga más sentido para su iglesia. Es posible que tenga muchos seguidores en Facebook, o que le atraiga la facilidad al bajar videos y la audiencia más amplia de YouTube. Tenga en cuenta que Facebook y YouTube son las plataformas más capaces de manejar video en vivo. Otros servicios de transmisión usados por las iglesias por lo general no tienen la capacidad de canalizar toda la información que se maneja en un servicio dominical. Si se siente lo suficientemente experto en tecnología, puede intentar usar Facebook y YouTube al mismo tiempo poniendo su video y audio en OBS Studio (gratis) y aprovechando Restream ($19 / mes) para llevar el video a ambas plataformas.
  2. Tenga en cuenta los derechos de autor. Nunca, en ninguna circunstancia, transmita una canción que haya sido grabada por otra persona. Facebook y YouTube le cancelarán su derecho a transmitir por esta razón. Si está tocando música escrita antes de la década de 1920, es muy probable que la música esté amparada bajo los derechos de autor. En el caso de que su propio músico interprete canciones de adoración con derechos de autor, debe buscar una licencia de transmisión de CCLI.
  3. Piense en la participación y la interacción. El mejor uso de una producción en vivo no es una cámara grabando contenido, sino un video donde el orador interactúa con los comentarios de otros, ya sea por escrito o en persona. Las iglesias que intentan transmitir el servicio a toda la congregación quizás se sientan mejor usando el modelo tradicional de predicación. Sin embargo, vale la pena considerar animar a la audiencia a hacer preguntas o comentarios que puedan responder después del sermón. Una persona, puede ser el de la cámara, puede estar monitoreando los comentarios en un aparato separado y preparándolos para el tiempo de discusión posterior al sermón. Alternativamente, algunas iglesias pueden optar por usar de manera más estratégica la transmisión en vivo en un formato de diálogo o híbrido, haciendo pausas en la enseñanza para preguntas y respuestas (“Por favor envíenos sus comentarios o preguntas y en un momento las estaremos respondiendo”) o respondiendo las preguntas durante el video. Zoom u otros medios de video más directos son útiles en reuniones participativas cuando la audiencia es relativamente pequeña.
  4. Opciones para transmisiones de video en vivo. Hay una variedad de formas efectivas de transmitir video en vivo:
    1. El nivel 1 es grabar video en vivo a través de un teléfono móvil o la cámara web de una computadora. Lo mejor de esta opción es la portabilidad y el costo. Es prácticamente gratuito (puede agregar el costo de un trípode para teléfono de $20 para mejorar la calidad) y da muy buenos resultados al usarse con plataformas de video en vivo. El video en vivo con frecuencia proporciona una experiencia única “detrás de escena” para los seguidores que se puede perder a medida que aumenta la calidad de la producción.
    2. El nivel 2 consiste en usando una cámara dedicada para grabar en vivo. En actualidad, el mejor producto en esta categoría es la cámara Mevo que puede costar entre $500 y $1000. La Mevo proporciona una gran solución para video en vivo. Se recomienda familiarizarse con la cámara y sus configuraciones antes de hacer su primer video en vivo (Facebook Live, por ejemplo, le permite reproducir su video en vivo bajo la configuración de privacidad de tal manera que solo el autor pueda verlo antes de lanzarlo al público). La calidad de producción de la Mevo es mucho mejor que la del teléfono móvil y conserva parte de la informalidad de la plataforma. También ofrece una solución de video de punto fijo barata para múltiples videos en vivo.
    3. El nivel 3 proporciona una solución híbrida que le brinda más control que la Mevo pero no requiere un presupuesto considerable para medios. Uno de los mejores ejemplos aquí es Boxcast. Por $100 al mes, usted recibe el hardware y el software necesario para transmitir su servicio en la web. También necesitara invertir en cámaras capaces de capturar HD (en el rango de $500 -$1,000 por cámara), así como un micrófono y amplificación de alta calidad (quizás lo que su iglesia ya usa funcione). Otras soluciones de software para computadora (como Restream u OBS) pueden lograr algunos de los resultados de Boxcast a un costo mucho más bajo con un poco de experimentación y conocimientos técnicos.
    4. El nivel 4 consiste de múltiples cámaras que capturan y procesan el video HD para transmitirlo en vivo. Por lo general este nivel solo está al alcance de iglesias con presupuestos elevados. La calidad de producción es alta, pero también es importante tener en cuenta que entre más cámaras, equipos de audio, computadoras y software de transmisión estén involucrados, mayor también es la probabilidad de que algo salga mal. Una organización solo debe intentar la producción en vivo de nivel 4 cuando un equipo experimentado está al mando.
  1. Conozca su presupuesto. Puede gastar mucho en equipos de video de primera línea. Es mejor hacer un inventario de dónde se encuentra su iglesia y ver qué puede lograr sin un gran desembolso de capital. El nivel 1 costará entre $0 y $50. El nivel 2 entre $500 y $1,000. El nivel 3 es una inversión de $1,200 por año con costos iniciales de alrededor de $1,000. El nivel 4 podría comenzar fácilmente con $10,000. Si desea tener un presupuesto mayor, aquí hay tres consideraciones:
    1. No se sienta mal si todo lo que está usando es un teléfono inteligente. Algo es mejor que nada, y su preocupación por su gente se mostrará. Aproveche la informalidad y la intimidad que son posibles trasmitiendo desde la sala de su casa a través de su teléfono móvil.
    2. Pregunte entre la iglesia si alguien tiene algún equipo de grabación o transmisión. Se sorprenderá de cuántos artefactos la gente compra para su uso personal o de negocio. Un joven profesional tal vez tenga un convertidor de HDMI a USB. Quizás una hermana ya jubilada sea la dueña de una cámara de alta definición. De repente, puede involucrar a otros en el proceso y mejorar la calidad al mismo tiempo. Algunos miembros de la iglesia hasta aprecian la oportunidad de servir de esta manera.
    3. Pregunte si otras iglesias en su área tienen equipo y ofrezca el suyo para que lo usen. No se sorprenda si otra iglesia en el área le permite usar su equipo o si tienen algo que ustedes podrían pedir prestado o comprar a bajo precio. Si está en condiciones, piense en abrir sus estudios para que otros pastores graben sus sermones por adelantado.
  2. Sepa a dónde va. Antes de meterse de fondo en la compra de equipos nuevos, debe distinguir claramente entre sus necesidades inmediatas y a largo plazo, es decir dentro de cinco a diez años. Hable con su equipo pastoral y-o de liderazgo y busque la guía del Espíritu Santo al respecto ¿Qué tipo de presencia y postura desea para su ministerio en línea? ¿Qué tipo de contenido de video quiere distribuir? ¿Qué nivel de calidad espera? ¿A quién quiere llegar? Con base en las respuestas a estas y otras preguntas, comience a elaborar un plan que apunte hacia los objetivos propuestos. Muchas iglesias se frustran porque compran demasiado equipo, pero no tienen una buena estrategia para usarlo a largo plazo, o porque compran equipo barato y tienen altos ideales sobre la calidad y la cantidad de contenido que les gustaría producir con el tiempo. En lugar de eso, trate de presupuestar lo que costaría producir el contenido que desea en los próximos cinco a diez años y después decida si su iglesia está en capacidad de costearlo. Tenga en cuenta que su objetivo no es reemplazar la reunión del domingo o tener la mejor transmisión en vivo en línea. Su objetivo es comunicar con claridad y sin distracciones la Palabra de Dios al pueblo de Dios que Él ha puesto bajo su cuidado. Cuando ese propósito enmarque su transmisión en vivo, sus decisiones, sus frustraciones y sus éxitos serán mucho más claros

Phil Thompson es un esposo y padre que sirve como maestro y residente plantador de la Iglesia de Cherrydale en Greenville, SC, una iglesia parte de Send Network – también como director de estratega de web para La Coalición Por El Evangelio. Tiene su maestría en estudios teológicos de Liberty Baptist Theological Seminary y un MDiv de Columbia International University.

 


Published April 2, 2020